Como dijo Albert Einstein “Todos somos muy ignorantes. Lo
que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas”. Ciertamente es
lamentable el grado de descomposición al que ha llegado nuestra sociedad en la
cual nos insultamos unos a otros sin importar que seamos familia, entre
hermanos, entre amigos y todos hemos puesto nuestro grano de arena. Sé que he cometido errores pero día a día
lucho por no convertirme en esa persona, creo que se puede –y se debe- disentir
sin insultar a nuestros iguales y critico a quien lo hace, de lado y lado. ¡No
podemos dejar morir a Venezuela en una pérdida total de valores!
Yo no pido respeto para mí, publiquen lo que quieran en sus
muros, sólo les dejo una reflexión: quien pide respeto debería comenzar por
darlo. En los muros de mis amigos progobierno no se publican precisamente
flores, colocan mensajes dónde nos llaman escuálidos, majunches, ignorantes,
estúpidos, jalabolas, bobos, brutos y bestias, entre otros. Pero pregunto, no
es eso lo que queremos precisamente que cambie. Demos el ejemplo de esa
Venezuela que queremos.
Roguemos y oremos porque gane la opción que sea mejor para Venezuela,
sea cual sea. Prepárense para ganar, pero también para perder y recuerden que
el lunes 15 la vida continúa. Bendita seas Venezuela y benditos todos los
venezolanos. ¡Amén!
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