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17 jul 2013

Perdigones en la cédula Por LEONARDO PADRÓN

Gente que sigue amenazada. Que venció el miedo. Gente que insiste en su derecho a protestar. El orgullo ha sido vapuleado con agua congelada. Hay perdigones en la cédula de identidad. La patria no es una consigna en cadena nacional. Quizás es, simplemente, una cicatriz en el rostro

14 DE JULIO 2013 - 12:18 AM

Se llama Ivonne, usa pelo corto, boina y personalidad. Trabaja como chef en Barquisimeto. Ese día, el 16 de abril de 2013, decidió no trabajar y sumarse a la protesta por el turbio resultado de las elecciones presidenciales. Una parte de sí hubiera preferido amasar el cansancio de tantos días en la promesa de su cama. Pero andaba incrédula y rabiosa. Al llegar a la avenida Morán se sumó a la multitud que manifestaba pacíficamente. Se sentía más ciudadana de su país que nunca.

Hasta que el aire se embutió con el crujido de los perdigones.

Llegó la guardia. Ivonne quiso correr. Pero un peinillazo aterrizó en su cabeza. Y otro. Y otro. Era una mujer militar quien la golpeaba con una vehemencia gratuita. La llevó, a ritmo de peinilla, hasta una tanqueta cercana. Se inició un tejido absurdo de escupitajos, órdenes de caminar en cuclillas y gritar loas a favor de Nicolás Maduro. Cuando quiso entender ya estaba en el Comando 47. Esa sería la escenografía de su pesadilla. Una sargento se acercó con una botella de agua. Juraba que era un pequeño gesto de desagravio. Pero la botella de agua estaba congelada.

Dura como granito. La Sargento la llenó de golpes de agua congelada. Le dio con su casco militar, con sus botas militares, con su rabia militar.

En el Comando 47 descubrieron dos afrentas mayúsculas para la revolución. Ivonne era homosexual y bisnieta de Jóvito Villalba. "Tú sabes que nosotros odiamos a los gays, ¿no?", le dijo La Sargento mientras apaleaba sus rodillas. Ivonne ni siquiera entendía el delito de su condición sexual en un día de efervescencia política. "¿Quién de ustedes es la Villalba?", graznó alguien que ostentaba un alto rango militar. Ella levantó la mano desde el orgullo, desde la conciencia que se sabe limpia. "¡A ti es que te voy a sacar la mierda!", y el Alto Rango clavó esa línea en sus tímpanos.

Ivonne Echenagucia recibió descargas eléctricas en sus manos y piernas. El estupor crecía como una nube oscura. El zapato derecho se le derritió por la electricidad. Un grupo de soldados recibió la instrucción de golpear a los detenidos. Uno de ellos les daba patadas de bajo impacto, molesto con la orden. En un gesto secreto le dio un celular a Ivonne para que avisara a su familia.

Los adoctrinaron en el socialismo mientras hacían cinco horas de sentadillas. La Sargento Aquella decidió trasladarla al médico del comando. Venía otro acto de "desagravio". En el trayecto, cuando nadie las observaba, arremetió contra Ivonne. Golpe al estómago. A las piernas. Al orgullo. Al gentilicio. "Nunca en mi vida había tenido tanto miedo", llora debajo de su boina.

Ivonne me cuenta, al borde de un refresco, que luego de haber hecho la denuncia pública, dos hombres la interceptaron en la calle. "El primer balazo va a ser en la pierna. El segundo en la cabeza". Una gentil manera de pedirle que se callara la boca.

Le pregunto por qué insiste en denunciar a sus agresores. "Mi abuela nació en la cárcel". Ella le contó de la lucha irreductible de Jóvito Villalba contra las dictaduras de Gómez y Pérez Jiménez.

La conminó a no callarse. El silencio y la libertad no combinan moralmente. Y allí está Ivonne. Quiere justicia. Y eso que llaman democracia.

*** Ehisler Vásquez lo reconoce: es el galancito de su familia. 19 años de edad, elocuencia y una carismática sonrisa. Aunque es una virtud compartida. Porque es gemelo. Una virtud lesionada.

Porque cinco perdigones le reventaron la cara. Una tronera en carne viva que le hizo voltear la cara de repulsión al más pintado.

Eso ocurrió también el martes 16 de abril. ¿Su delito? Marchar hacia la sede del Consejo Nacional Electoral en Barquisimeto para consignar un documento, junto con miles de personas, en el que pedían el recuento de los votos de las elecciones presidenciales e insistían en que el ganador había sido Henrique Capriles. Cuando llegó la Guardia Nacional ellos se resguardaron en el estacionamiento del Sambil. Finalmente, salieron con las manos en alto cantando el himno del país donde nacieron. ¿Quién puede suponer que cantar el Himno Nacional ocasione cinco perdigones en la cara? Los médicos apenas pudieron extraerle un perdigón. Los otros 4 ­quizás, dicen­ serán expulsados en 2 años por el propio cuerpo. Ehisler fue uno de los casos más notorios en la barbarie represiva de las autoridades militares. Su mejilla explotada se reprodujo en la prensa y en las redes sociales.

Parecía el mordisco rabioso de un monstruo. Una brusca llaga en su autoestima. Durante un mes entero no salió de su casa, escondiendo el lado derecho de su rostro. El galancito de la panadería. El efusivo estudiante de Mercadeo y Publicidad. Durante 15 días solo pudo ingerir alimentos a través de un pitillo. Ha sido operado 3 veces. Falta una operación más. Falta dolor.

Eishler se quita la dramática venda que cubre su mejilla. Me enseña la monumental cicatriz. Me conversa su indignación.

"¿Volverías a ir a una manifestación contra el Gobierno después de lo ocurrido?", le pregunto. "¡Ahora más que nunca!", responde y su rostro se infla de certeza. Los militares lo bautizaron como "cachetón". Y justo allí, le descargaron la furia de su mal llamada patria. Una patria, cinco perdigones en la cara.

*** "Yo ni siquiera estaba en la manifestación", me cuenta Yorgelis Piña con el apremio de sus 18 años de edad. Pero resulta que se tropezó de pecho con el país. Ese día estaba entrenándose para trabajar como centralista en una línea de taxi en Barquisimeto. Sabía del alboroto en la calle y prefirió postergar su hambre.

Cuando salió, con una amiga, resurgieron los disparos. Ellas hicieron señas para que no les dispararan. De nada sirvió. Fueron seis guardias contra dos jóvenes aterradas. Una mujer militar, una réplica de La Sargento Aquella, le puso una navaja en el cuello: "¡Maldita, te vamos a matar!". Yorgelis apenas atinó a defenderse con una verdad urgente: "Yo soy hemofílica". La mujer, vestida de verde furia, le respondió: "¿Y?, yo no soy doctora".

Las golpearon. Las insultaron sin pausa. Les vaciaron encima una ruda porción de terror psicológico: "Las vamos a mandar pa’ Uribana, pa’ Tocuyito. Ahí les van a hacer de todo". Yorgelis pensó en el infierno que son esas cárceles. "Me puse a llorar". Sintió que salía humo de su corazón.

*** Ninguno se conocía desde antes. Los unió la vejación sufrida.

La impotencia de ver cómo ­días después­ el Consejo Legislativo condecoraba a los guardias nacionales que formaron parte de la embestida. Descubrieron que algo más los unía. Sus familiares habían sido luchadores por la democracia, perseguidos por la dictadura de Pérez Jiménez muchos de ellos. La abuela de una, el padre de otro, tíos. Una poderosa casualidad. La indignación puede germinar como una mata de toronjil. Decidieron hacer algo. Fundaron un movimiento para apostar por la paz, la justicia y los derechos humanos. Todo eso que sintieron vulnerado en carne propia. Funpaz, así se llaman ahora. Jackson Escalona, su propulsor central, me cuenta que ahí están congregados al menos 120 afectados por los sucesos del 15 y 16 de abril en Barquisimeto. Sucesos que el Gobierno no menciona. Gente imputada por delitos que ni saben nombrar. Gente que apostó por otra versión de país. Gente que sigue amenazada. Que venció el miedo. Gente que insiste en su derecho a protestar. El orgullo ha sido vapuleado con agua congelada. Hay perdigones en la cédula de identidad. La patria no es una consigna en cadena nacional.

Quizás es, simplemente, una cicatriz en el rostro.

*** Me mostraron un collage de videos. Todos grabados desde celulares por testigos. Cuando comencé a verlos tuve que pedirle un whisky al mesonero. Necesitaba estómago para lo que estaba viendo. Mucha sangre. Heridas grotescas. Gente con las manos en alto recibiendo disparos a quemarropa. Guardias penetrando en un edificio para sacar a los manifestantes y empujarlos, golpearlos, humillarlos.

Esa noche, después de hablar largamente con 8 ciudadanos de este país y oír las insólitas historias de 70 detenidos en Lara por reclamar un recuento de votos, sentí que la indignación era imposible de domesticar con un simple whisky. Nada ha pasado con sus denuncias.

Están en un pozo negro. "La protesta política está proscrita", me dice uno de ellos.

El informe de Provea sobre esos días es alarmante. Los derechos humanos son letra muerta. Tanta impunidad exige que se active el deshielo de nuestra indiferencia.

Es urgente, impostergable. El país anda herido. Cierto. Pero hay gente que más nunca se va a callar.

¿Y tú? ¿Sigues hibernando en el silencio?

Tomado de: El Nacional

15 jul 2013

The Pirate Bay anuncia la primera aplicación verdaderamente imposible de espiar

El fundador de The Pirate Bay y un pequeño equipo de desarrolladores están creando una aplicación de mensajería que ni Gobiernos ni empresas podrán espiar, como respuesta al programa de vigilancia de la NSA, PRISM.

A raíz del escándalo del programa de vigilancia de la NSA, Peter Sunde, cofundador y exportavoz del motor de búsqueda de BitTorrent The Pirate Bay, anunció en su blog que su equipo y él están creando "una aplicación de mensajería totalmente privada".

Según Sunde, la aplicación, que se llamará Hemlis ("secreto" en sueco),"será la primera plataforma verdaderamente segura para el intercambio de mensajes". Los desarrolladores afirman que el mensaje enviado sólo podrán ser capaces de leerlo dos personas: el remitente y el destinatario.

La aplicación, creada para iPhone y Android, será gratuita y se financiará con donaciones para evitar la propaganda y venta de datos a terceros. Asimismo la aplicación utilizará el "cifrado de extremo a extremo" para garantizar que sólo las dos personas que desarrollan la conversación de texto tengan acceso a los datos contenidos en ella.

A diferencia de las aplicaciones de mensajería tradicionales, que dejan rastros de datos a los que las empresas y los Gobiernos pueden acceder, la seguridad que brinda Hemlis supone que ninguna fuerza externa -ni siquiera Sunde y su equipo– debería ser capaz de ver el contenido de los mensajes.


Fuente:
RT.com
Tomado de EnLineadirecta.info
15 de julio de 2013

21 jun 2013

Sí tenemos vela en este entierro Por Francisco José Virtuoso SJ

Las universidades, bien sean nacionales, de gestión privada o experimentales, son: “Instituciones al servicio de la Nación y a ellas corresponde colaborar en la orientación de la vida del país mediante su colaboración doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales.” “Deben realizar una función rectora en la educación, la cultura y la ciencia...” “Como parte integral del sistema educativo, especialmente en el área de estudios superiores, las universidades se organizarán y funcionarán dentro de una estrecha coordinación con dicho sistema.” Todos los textos citados recogen los artículos 2, 3 y 5 de la actual Ley de Universidades.

La Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) asume su responsabilidad institucional de velar por el adecuado funcionamiento de la institución universitaria en el país, desde los espacios de participación que consagra la Constitución y las leyes de la República, porque está convencida de que el país requiere de universidades de calidad para garantizar la profesionalización de sus jóvenes y la producción del conocimiento al servicio de un desarrollo justo y equitativo en la vida de los pueblos.

La institucionalidad universitaria es una, aunque se exprese en diversas modalidades. Por eso el legislador creó el Consejo Nacional de Universidades y la Oficina de Planificación del Sector Universitario como órganos encargados de velar por esa institucionalidad independientemente de la forma que adopte.

La UCAB ha estado siempre vigilante de los problemas de las universidades del país. Para ello, además de la asidua participación en la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (AVERU) y el CNU, ha promovido foros y publicaciones para aportar en el diagnóstico de los problemas y en la búsqueda de soluciones.

A propósito del actual conflicto universitario que atraviesa el país, la UCAB hizo suyo un conjunto de reflexiones y proposiciones que la AVERU le expuso por escrito y en forma personal al actual Ministro de Educación Universitaria. Y se solidarizó con las exigencias de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV) en el proceso de negoción colectiva que el Ministerio de Educación Universitaria ha llevado adelante con los trabajadores universitarios. Lo ha hecho porque el tono general de sus exigencias parece más en sintonía con la autonomía y calidad universitaria y el reconocimiento de todas las voces involucradas en el conflicto.

La reacción que la UCAB recibió del Presidente Maduro fue que “no tiene velas en ese entierro porque es una universidad privada” y para añadidura que “porque son unos guarimberos.” Es lamentable.

fjvirtuoso@ucab.edu.ve
Tomado de la página de la UCAB el 21 de junio de 2013

20 jun 2013

Título y experiencia

Hace poco conversaba con mi familia acerca del tema de quién puede llegar a ser presidente de Venezuela y mi hermana estableció un punto importante, en cualquier trabajo que vayas a solicitar te hacen ciertos requerimientos relacionados con estudios y/o experiencia en el área en la cual vayas a aplicar, pero esto no es así para el mayor cargo que puede existir dentro de un país.
En una empresa de cualquier ramo, existe un proceso que se llama "selección de personal" en el cual se decide quién es el mejor candidato para ocupar un puesto. Los pasos que se siguen para hacer la selección -según Wikipedia- son los siguientes:
  1. Determinar si el candidato cumple con las competencias mínimas predeterminadas para el puesto de trabajo.
  2. Evaluar las competencias y la cualificación profesional de los/as candidatos/as que pasaron la etapa anterior, por medio de evaluaciones técnicas y/o psicológicas.
  3. Asignar un puntaje a las evaluaciones efectuadas en el punto anterior.
  4. En función del puntaje, decidir a quién se le ofrecerá el puesto.
En esta empresa llamada Venezuela, los jefes, osea nosotros, somos los que deberíamos poner en práctica estos pasos para hacer esta selección. Pero, seamos honestos, esto nunca ocurre, la gente vota de corazón por el que "me cae mejor".
Cómo podríamos entonces ayudar para que realmente llegara al máximo cargo alguien decente y no cualquier loco, como ha venido ocurriendo desde hace muchísimos años atrás.
Pienso que la constitución debería ser más específica en los requisitos que debe tener una persona para ser candidato.
He aquí una comparación entre los actuales requerimientos establecidos en la constitución vigente y los que encontré en una página de empleo para poder trabajar como chofer de camión en una empresa.

Qué pude concluir: Un chófer necesita ser bachiller, presentar un certificado de salud, unos conocimientos básicos, experiencia, referencias comprobables y ciertos documentos probatorios de su capacidad para ejercer este cargo, un presidente no.
¿No sería lógico que se le exigiera al candidato a presidente esos requisitos MÍNIMOS?
De ser así, entre otras cosas, nuestro anterior candidato a la presidencia no hubiera podido engañar a todos los que le dieron su voto, porque hubiéramos sabido con certeza que no estaba en condiciones mínimas de salud para ejercer este cargo al menos tendríamos un documento con una firma de "alguien" que hubiera avalado la salud del candidato y a quién pudiéramos hoy hacerle pagar por la gran estafa que cometieron contra nuestro pueblo.
Además pienso que se debería exigir un título universitario y un postgrado en gerencia, un certificado de salud mental (sobre todo a nuestro actual presidente ilegítimo) y partida de nacimiento que certifique su venezolanidad, lo mínimo.
Esta es una propuesta que les dejo, para una próxima constituyente o reforma de la constitución, piénsenlo.

19 jun 2013

Misión europea: Elección de Maduro es nula Por: HERNÁN LUGO-GALICIA / CELINA CARQUEZ

Antes de hacer recomendaciones al sistema electoral venezolano, el Instituto de Altos Estudios Europeos parte de la tesis de que previo al 14A hubo un “vicio de nulidad que afecta a todo el proceso electoral”: la interpretación de la Sala Constitucional de los artículos 229 y 232 que permitió la participación de Nicolás Maduro como candidato fue errónea, pues entienden que no le estaba permitido por ser vicepresidente.

“El TSJ no sólo fuerza la Constitución, al convertirlo en Presidente sin cumplir los requisitos constitucionales, legales y procedimentales sino que olvida los artículos 57 y 58 de la Lope y 128 del Reglamento Electoral, que señalan que todo funcionario público debe separarse del cargo para postularse a elección popular. La interpretación resulta forzada e incluso sospechosa de una conducta prevaricadora”, advierte en un informe la misión de apoyo internacional, que participó el 14A y permaneció en el país entre el 11 y el 22 de abril para ver y levantar información en Táchira, Mérida, Zulia y Distrito Capital.

“Maduro no cumple con los requisitos del artículo 227 de la Constitución, puesto que contraviene el 229. Esta situación constituye un vicio de nulidad que afecta a todo el proceso, haciéndolo nulo de pleno derecho, y la Sala Constitucional del TSJ habría incurrido en la conducta tipificada en el artículo 25 de la Constitución que ha jurado defender y garantizar (…). Todo acto que viole los derechos constitucionales son nulos y los funcionarios que los ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa”, indican.

Los delegados internacional renuncian al pacto “confidencial” que impone el CNE a los “acompañantes” y optan por hacer público el informe, de 28 páginas, por considerar que las limitaciones son “un obstáculo insalvable” para ofrecer recomendaciones al Gobierno, a los ciudadanos, a la rendición de cuentas o transparencia pública. “En las últimas decisiones del TSJ se constata una muy preocupante permeabilidad a la voluntad del Ejecutivo y del partido que le mantiene. Una situación así pone en peligro y en serias dudas la necesaria neutralidad y objetividad exigible a este órgano en un sistema democrático”, afirman.

Dudas. El IAEE detectó las siguientes irregularidades:

- “Inseguridad jurídica e inquietud ciudadana sobre el origen de la candidatura de Maduro, su elección o las respuestas contradictorias sobre aceptar una auditoría”.

- Afán de conservar el poder “a toda costa” y mantener el legado de Chávez constituye una violación de las normas y aumentar “la sospecha de una suspensión del Estado de Derecho”. “Las instituciones del Estado han perdido neutralidad, vulneran la garantía del ejercicio libre y sano de los derechos y las obligaciones ciudadanas, dejan indefensa a la ciudadanía y sin razón de ser a la democracia”.

- “Actores políticos siguen volcados en enfrentamientos y no en debates que garanticen líneas estables”.

- La negativa del CNE de propiciar una auditoría completa ha generado ataques y “dudas” con respeto a su imparcialidad. IAEE relata cómo fueron testigos de ocho delitos electorales en el liceo Aplicación de Montalbán, Caracas, cuando el diputado del PSUV Robert Serrat llegó con un paquete de cédulas para que indigentes pudieran votar.

Delitos: impedir el derecho al sufragio; “accionar de mecanismos y votos fraudulentos”; porte de armas; alterar el orden; perturbar el acto democrático; asistir a más de un votante, y prohibir votos a discapacitados.

- “El alto nivel de enfrentamiento y agresividad, que contagia a la ciudadanía, propicia una polarización social insostenible”. Por ello proponen crear “espacios mixtos” de diálogo que faciliten la estabilidad y continuidad institucional.

- “Existe una concordancia Estado-administración-partido; líder sucesorio/vicepresidente/candidato a presidente”, que desvía el papel del Estado, que debe atender a todos por igual.

- Se presiona a los funcionarios –fijos o contratados– si no apoyan de manera “activa y manifiesta” al candidato gubernamental y se le moviliza para actos de campaña, indica el informe, que cita las amenazas de los ministros de la Vivienda y Comunicaciones, Ricardo Molina y Ernesto Villegas, respectivamente, así como el uso de las páginas web de la Cancillería para atacar a la oposición.

Acto civil


La misión de observadores europeos revisó el papel del Poder Judicial, la FANB, medios de comunicación y CNE y concluye que todos presentan fallas. Por ejemplo, alertan que el TSJ exalta “abiertamente a la cabeza del Ejecutivo en tono político partidista” en sentencias; concretamente, en el caso de la sustitución temporal presidencial y la convocatoria a elecciones por el fallecimiento de Chávez.

El Poder Judicial, aconsejan, “debe permanecer ajeno a usos políticos protocolares y ser fiel reflejo de la división de poderes”.

La presencia de los militares en cuestiones políticas es criticada por el IAEE, así como su participación en el operativo de seguridad electoral que, consideran, es “de carácter civil y ajeno a la presencia y estética militar”. Indican que la foto de Chávez forma parte de “la estética de los cuarteles” y sus alrededores. “Esta predisposición vulnera la neutralidad que debe regir a las Fuerzas Armadas al exhibir los símbolos patrios que recoge la Constitución”. Al evaluar al CNE alertan que la “estructura directiva no favorece la imagen de neutralidad en todos sus actos”, por lo que proponen la escogencia de rectores profesionales, equilibrados y que no respondan a la mayoría circunstancial del Parlamento.

IAEE lamentó la preferencia del CNE a “los acompañantes de Unasur”, en detrimentos de observadores reconocidos por las Naciones Unidas. Presenciaron la existencia de votos nulos por la demora del sistema en reconocer la opción seleccionada.

En cuanto al sistema electoral proponen que las mesas no tengan más de 500 electores; que la votación sea homogénea en todos los centros (es decir, que se cumpla la “obligatoriedad” de pasar por el captahuella), y que se suprima la tinta indeleble para facilitar la votación.

Aconsejan al CNE “simplificar” el tarjetón, de manera que aparezca el candidato una vez, independientemente del número de partidos que lo apoyan. “La elección es unipersonal”, alegan.

Los responsables del informe del IAEE y Redinipaz son Gustavo Palomares (Universidad Complutense de Madrid), Claudia Salcedo (Universidad Externado de Colombia), Anacleto Villaroel (IAEE) y Juan David Irausquín (parlamentario de Aruba). El fin, “producir alertas tempranas sobre riesgos contra el Estado de Derecho”.

Caracas 19 de junio de 2013
Tomado de El Nacional

11 jun 2013

“Un llamado ucevista al ministro Pedro Calzadilla” Por: Vladimir Villegas

Soy ucevista, incluso desde antes de ingresar como estudiante regular de la Escuela de Comunicación Social, desde mis tiempos de liceísta, de militante de la JC y de integrante irreductible del Comité de Bachilleres sin Cupo, a comienzos de los ochenta. Y como egresado de nuestra querida Universidad Central de Venezuela es imposible pasar agachado frente al actual conflicto universitario.

Años van y años vienen y, desde que tengo memoria, la lucha por un presupuesto justo ha sido la principal bandera de nuestra máxima casa de estudios. Pasan los gobiernos y la carencia presupuestaria se agrava, y ni siquiera en estos llamados años de revolución se le ha dado a la universidad, la Central y todas las demás, el trato que merece toda institución destinada a formar los profesionales del presente y del futuro.

Ni siquiera por el hecho de que varios ministros de Educación Superior hayan sido estudiantes y luego docentes de la casa que vence las sombras el panorama ha cambiado. La universidad sigue acorralada, sometida a una especie de libreta de racionamiento elaborada con mezquindad y saña.

Es increíble que en la Venezuela de los barriles de petróleo por encima de los ciento y pico de dólares, en el país que lleva ayuda financiera más allá de sus fronteras, los profesores universitarios tengan que salir a pedir limosna en las calles, como lo hicieron en Mérida en señal de protesta.

Desde el Gobierno podrán decir que son profesores apátridas, agentes del imperio o desestabilizadores de oficio, pero todos sabemos que hoy en día un docente universitario es un paria de la tierra, un servidor público que recibe como recompensa desde el poder maltratos, burlas y amenazas. Y entonces cómo no preguntarse por qué ese empeño en negarle al profesor universitario un salario digno. Por qué esa repetida conducta de pretender desconocer sus instancias gremiales legítimas.

Conozco al actual ministro de Educación Superior, Pedro Calzadilla. Nos formamos en la UCV. Militamos juntos y compartimos más de una movilización en defensa de la autonomía universitaria y de un presupuesto justo. Acompañamos en más de una ocasión a los empleados y a los profesores en sus justas peleas frente a los gobiernos de AD y Copei.

Y esas luchas son básicamente las mismas, sólo que en esta ocasión se trata de presionar al gobierno que tal vez ha tenido la mayor cantidad de ex dirigentes universitarios en su seno, entre ellos Pedro, que es un buen tipo, y seguro estoy de que no es un enemigo de la UCV ni de sus trabajadores. Diría, con su venia, que es un rehén de una política que ve en la autonomía una amenaza contra el pensamiento único al cual son adictos muchos de quienes ayer nomás representaban corrientes ucevistas predicadoras de la diversidad y del debate libre.

Más que al ministro de Educación Superior, le pido a Pedro, al compañero de la Facultad de Humanidades de la UCV, que recree en su memoria las veces que gritó hasta la ronquera en defensa de lo que hoy el Gobierno pretende desconocer. Que se ubique en la realidad de una UCV que sobrevive a duras penas, y se ponga no en los zapatos sino en los bolsillos de los profesores, cuyos salarios ya parecen endebles ventorrillos frente al tsunami de la inflación. Estoy seguro de que el Pedro Calzadilla ucevista puede ayudar más a la solución del eterno conflicto universitario que el Pedro Calzadilla ministro.

Hermano, no tienes cómo zafarte de esa responsabilidad y de esa disyuntiva que se te presenta. Tú que eres egresado de la Escuela de Historia estás en la posibilidad de escoger cómo quieres ser recordado. O como el ministro que se le plantó a su propio gobierno y le exigió un trato justo y digno a la universidad que te lo dio todo, o como un ministro más que se limita al cumplimiento de órdenes superiores, aunque éstas sean nuevos dardos contra el corazón de nuestra Alma Máter. Es tu turno al bate.

11/06/13
Tomado de Noticias24

6 jun 2013

La hegemonía se compra Por Nitu Pérez Osuna

En los últimos meses hemos conocido de la venta de medios de comunicación a grupos que nada tienen que ver con el oficio de informar veraz y oportunamente. Y no me refiero exclusivamente a Globovisión o la reciente venta de la Cadena Capriles, consorcio comunicacional que hasta el momento de escribir este artículo, no manejamos que apellido llevará luego del traspaso de acciones, lo que viene sucediendo es algo mucho mas complejo y estratégico. Hablamos de la hegemonía comunicacional. Un solo mensaje, una sola voz… propaganda pues. Y es que si algo entendió este régimen es que los medios de comunicación independientes, tienen una gran fuerza e influencia, por eso se les ha llamado el “cuarto poder”. Napoleón Bonaparte decía: “Tres diarios adversos son más temibles que mil bayonetas”.

Según me relatan desde el interior del país, son muchos los medios impresos, radiales y de televisoras regionales que pasan de mano gracias a la cuantiosa oferta en dólares que les presentan a sus –hasta ahora- dueños. Lo que es calificado por algunos, como un síntoma más del naufragio moral en el que Venezuela se encuentra inmerso. Para otros, el cambio de manos es la manera de mantener a flote los puestos de trabajos de periodistas, reporteros gráficos y camarógrafos, a costa de la independencia y pluralidad informativa y de opinión.

En un país, como el nuestro, donde comercios y empresas han cerrado, donde la gente ha perdido calidad de vida porque los sueldos y salarios se han hecho sal y agua gracias a la inflación desatada por el mal manejo de nuestra economía y, donde la mayoría hacemos maromas para afrontar los gastos de alimentación, salud, educación y transporte de la familia, nos preguntamos ¿de donde han salido estos “nuevos grupos” económicos mil millonarios que no sea de la corruptela del gobierno? Llegó la hora de pagar a sus patronos, y el pago es comprar medios para silenciar definitivamente la libertad de expresión.

En la Enciclopedia GER. Venezuela. IX. Medios de Información y Comunicación Social; podemos leer lo siguiente: “Durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez la censura ha presidido las relaciones de la prensa con el Gobierno. Bajo el mandato de Pérez Jiménez, ésta se lleva a cabo por medio de una oficina central a cargo de un director de Información y por sus delegados en las dependencias federales y territoriales. Todas las informaciones políticas y económicas debían presentarse a la censura, y los comentarios políticos estaban prohibidos únicamente escaparon a la censura las noticias extranjeras y el diario católico La Religión, cuya oposición se daba a conocer por medio de las críticas a otras dictaduras y sus sistemas de controlar un país. El más activo de los adversarios de Pérez Jiménez fue Miguel Ángel Capriles, propietario de La Esfera y Ultimas Noticias. Esta lucha ha sido, a todas luces, una manifestación del poder de la prensa y uno de los más recientes casos en los que la prensa juega un papel destacado en el cambio de un gobernante. Durante algún tiempo consiguió desviarse de las insinuaciones de la censura, pero Capriles y el director de La Religión fueron a la cárcel. Los periódicos fueron obligados a publicar artículos censurando la revuelta de la oposición, a lo que se negaron cuatro de ellos, prefiriendo suspender su publicación si no eran puestos en libertad los dos periodistas. El Gobierno cedió. El Universal protestó por la orden de inserción de tales artículos, y se le condenó a lanzar sus ediciones ocho horas más tarde que los demás diarios. A consecuencia de ello el diario alcanzó mayor popularidad de la que tenía. La situación angustiosa a la que debían someterse muchos diarios ayudó a que la oposición ampliara su ámbito de influencia. La prensa también tuvo un papel definitivo en la huelga general anunciada para el 21 de enero; dio la señal al licenciar a su personal el día antes y descomponer sus propios talleres. Incluso el diario gubernamental, El Heraldo, fue obligado a suspender su publicación”.

Eso es historia, amigo lector, una referencia en cuanto a que los medios, son mucho mas que una marca. Una empresa comunicacional son sus trabajadores, quienes escriben, informan y opinan exponiendo su tranquilidad y hasta la vida por ejercer el derecho a contar los hechos como estos se desarrollan, mostrando la diversidad de opiniones, abriendo espacios a todas las ideas, tendencias y opiniones.

En tiempos de dictadura de Pérez Jiménez hubo un editor que se destacó, hubo un hombre de medios que se jugó su inversión por la democracia y la libertad. Los demócratas luego, le reconocieron su valor y la Cadena Capriles se convirtió en el emporio de pluralidad periodística del cual ha gozado hasta entonces.

En estos casi 15 años, los comunicadores hemos vivido entre amenazas, censuras y autocensuras… pero ahora nos enfrentamos a tiempos mas complicados donde nuevos dueños de medios se disfrazan de privados, siendo tan oficialistas como el mismo régimen que les hizo poseedores de inmensas fortunas para adquirir medios.

¡Tremendo compromiso el de los periodistas comprometidos con la libertad y la democracia!

Caracas 05/06/2013
Tomado de Globovision

31 may 2013

El Saboteo Por: Laureano Márquez

Por lo que nos dicen las autoridades competentes, Henrique Capriles y su combo de la derecha fascista están saboteando toda la gestión gubernamental. No es nada nuevo, por lo visto llevan 14 años en ello: destruyeron el sistema productivo y nos hicieron dependientes de las exportaciones, miles de empresas cerraron; acabaron con el sistema eléctrico, usando cuanta artimaña se les ocurrió en sus perversas mentes, desde rayos provocados satelitalmente por la CIA, hasta iguanas entrenadas por el general Rivero; propiciaron la delincuencia y torpedearon todas las políticas de seguridad diseñadas desde el gobierno; importaron paramilitares con propósitos magnicidas desde Colombia y El Salvador; generaron corrupción administrativa y escasez de productos de primera necesidad que permanecen acaparados en sus manos, solo esperando que se pudran para propiciar el caos (aunque fueron coherentes en la escasez: faltó la comida y a la vez el papel sanitario, tiene lógica) ; han destruido nuestra infraestructura vial al punto de hacer casi intransitables nuestras carteras y autopistas; se las han arreglado estos saboteadores para que toda empresa que caiga en manos del Estado fracase y vaya a la quiebra, gracias a las acciones de casi 8 millones de infiltrados, que se sepa ( y la cifra va en aumento). La lista de las atrocidades en contra del país que Capriles y sus secuaces de derecha ha venido desarrollando en los últimos años no tiene límite. Lo último: atravesar los rostros de los diputados opositores delante del camino recorrido por los puños inocentes de algunos diputados del PSUV, para generar la corriente de opinión de que éstos son violentos.

En medio de todas estas adversidades de las que el gobierno ha venido siendo víctima, éste ha comenzado a transitar el camino correcto: definitivamente con gente poseedora de tal capacidad destructiva, hay que reunirse. No se puede dejar que Lorenzo termine de acabar con el país, hay que llamarlo al orden. Con las señales vistas en los últimos días, creo que puede decirse que la transición ha comenzado. Dicen que lo mejor es lo que pasa y es verdad. Lo mejor que le ha podido suceder a Capriles es ganar las elecciones y no ser gobierno en este momento. A pesar de ser el principal autor de este desastre, no le correspondía a él administrarlo. Le tocará cuando todos los saboteadores sean domesticados. Esa tarea ya comenzó y las transiciones nunca las conduce quien viene, sino en que va de salida. Cuenta Javier Cercas en su. "Anatomía de un instante" que el días antes de legalizar al enemigo histórico del franquismo: el Partido Comunista Español, Adolfo Suárez, brillante conductor de la transición a la democracia, se puso en contacto con Santiago Carrillo, líder del partido comunista y ex-combatiente de la Guerra Civil Española, es decir también enemigo histórico, para decirle más o menos lo siguiente: "tengo listo el decreto de legalización de tu partido, pero necesito que apenas se haga público salgas en televisión insultándome y hablando pestes de mi, diciendo que esta legalización te parece una mamarrachada." Suárez sabía que esta agresión concertada calmaría a los radicales fascistas de su lado, que estaban buscando la más mínima excusa para defenestrarlo. Santiago Carrillo y Adolfo Suárez, ambos expresión de la sangrienta rivalidad de las dos españas, supieron ponerse de acuerdo para hacer viable un país democrático, en público, descalificándose mutuamente, en privado conversando y estableciendo las bases de un país de reconciliación.

Tampoco se le puede pedir al gobierno que reconozca que su modelo económico fue un rotundo fracaso. Todo el mundo necesita una puerta trasera por donde salir dignamente. No importa si reconoce el desastre o no, basta con que tenga voluntad política de cambio. Es probable que las señales de esta semana vayan por esta vía.

No se sí es demasiado optimista el planteamiento, pero visto así, todo el proceso destructivo del país que Capriles ha conducido, tiene algún sentido. Parece que en medio de estas inconmensurables ambiciones de poder, el nombre de Venezuela ha comenzado a aparecer en la agenda. Y es que si no salvamos al país, ¿dónde carrizo vamos a pelear?

Viernes 17 de mayo de 2013
Tomado de LaureanoMarquez.com

El "error 0" del CNE Por: EUGENIO G. MARTÍNEZ

Contra todo pronóstico el CNE ha desarrollado la verificación ciudadana ampliada, un proceso que comenzó a perder su sentido cuando el sector que duda de los resultados de la elección presidencial anunció que no participaría. Aunque la revisión ayuda a ratificar que existe "error 0" en los resultados del 14 de abril, paradójicamente no sirve para descartar las denuncias que realiza la oposición venezolana.

¿Qué significa "error 0"? Los resultados de la verificación ciudadana ampliada (así como las conclusiones de la auditoría posterior a una muestra de 0,5% de los equipos y la verificación ciudadana realizada el día de la elección) ratifica que no existen inconsistencias numéricas entre los votos escrutados por cada máquina y los votos totalizados por el CNE.

Esta auditoría es perfecta para descartar las tesis que sugieren que existe una manipulación electrónica de los resultados, sin embargo no permite aclarar las dudas que la oposición y un sector importante de la población tiene sobre la transparencia de los resultados. ¿Para qué realizarla?

Hasta este momento la verificación ciudadana ampliada solo ha servido para comprobar que el sistema automatizado funciona como se espera y para darle "tranquilidad" al CNE. No obstante, la tarea del organismo comicial debería ser la de promover la tranquilidad entre los ciudadanos.

Desafortunadamente en este momento la credibilidad y confianza de los ciudadanos en el árbitro (según los resultados de opinión pública del IVAD, Varianzas, etc.), podría asemejarse peligrosamente a los que exhibía su predecesor: el Consejo Supremo Electoral.

Si la desconfianza sobre los resultados es lo que define aproximadamente a la mitad de la población es una mala noticia, no solo para el árbitro electoral, también lo es para sus proveedores de tecnología y en definitiva para la democracia. Por ejemplo, según el IVAD 47% de los electores cree que los resultados del 14 de abril no son los correctos, mientras Varianzas asegura que 41% está disconforme con los resultados y la actuación del organismo comicial y 11% dice estar confundido sobre los resultados. ¿Por qué no aclarar las dudas?

Tomando como referencia los distintos estudios de opinión pública los rectores deberían enfocarse en demostrar que las denuncias de la oposición son infundadas. Para lograrlo se necesita algo más que la verificación ciudadana ampliada que se desarrolla en este momento, es perentorio que el organismo comicial entregue el reporte de incidencias del Sistema de Autenticación Integrado (SAI) y defina la fecha en la que comenzará la auditoría de no duplicidad de huellas.

¿Por qué son importantes estos dos elementos? La oposición no ha denunciado alteración electrónica de los resultados, como tampoco ha sugerido que los equipos de votación fueron manipulados. Los seis recursos de impugnación presentados ante el TSJ se orientan a criticar y denunciar la nulidad del proceso (de forma total o parcial) en función de la cualidad de los votantes.

En otras palabras: la dirigencia de oposición -y aproximadamente la mitad de los ciudadanos- cree que una porción importante de los votos emitidos a favor de Nicolás Maduro corresponde a electores ilegítimos (por usurpación de identidad, voto doble, etc.).
La única forma de demostrar que 100% de los votos de Maduro -y por extensión de Capriles Radonski- fueron emitidos por electores legitimados para votar pasa porque el CNE entregue el reporte de incidencias del SAI y realice la auditoría de no duplicidad de huellas. Mientras esto no ocurra el "error 0" que promociona el organismo comicial solo servirá para ratificar que el sistema automatizado contó bien los 15.057.992 votos que se totalizaron el domingo 14 de abril, pero no aclarará -a quienes tienen dudas- si efectivamente acudieron a votar 15.055.992 personas.

Jueves 30 de mayo de 2013
Tomado de ElUniversal

10 may 2013

Seis Cosas Imposibles Antes del Desayuno Por Toto Aguerrevere


A veces pienso que la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas hubiera gozado una bola viviendo en Venezuela. Esa señora estaba clara en la vida. Tenía un fetiche por todo lo rojo, no toleraba las críticas y si alguien le molestaba sencillamente mandaba a que le degollaran la cabeza. ¿Me pintaste las rosas blancas de carmín? ¡Degollado! ¿No quieres jugar cróquet? ¡Cortadle la cabeza! ¿Juicio? Bueeh… ‘ta bien, pero después ¡que le corten la cabeza!
Así estamos en Venezuela. Dicen que la Justicia existe pero yo no la veo vendada sino con lentes Gucci. Hay un cineasta estadounidense acusado por el Ministro de Interior y Justicia de ser el artífice de una supuesta guerra civil pero el Canciller de la República asegura que hay plena estabilidad en el país. El Presidente de la Asamblea Nacional les niega el derecho de palabra a diputados que fueron electos con los mismos derechos y condiciones que él. El Ministro de Petróleo y Minas es uno de los 500 hombres más poderosos del mundo. El Ministro de Vivienda y Hábitat no le interesan los derechos laborales al momento de amenazar quien no esté con la Revolución y el llamado Presidente de la República… bueno él ve pajaritos.
¿Estamos seguros de que no estamos en el País de las Maravillas?
La reciente golpiza en la Asamblea Nacional sirve para recordar otro pasaje del viaje psicodélico de Alicia por el país de las locuras. En un encuentro con la Reina Blanca, se entera de que su real majestad podía imaginar hasta seis cosas imposibles antes del desayuno. Gran vaina. Basta abrir el periódico en cualquier día de la semana para darse cuenta que aquí como mínimo pasan 34 cosas imposibles al día.
Este es un país donde Jorge Rodríguez en el 2013 es el mayor opositor de Jorge Rodríguez en el 2012 cuando niega una entrevista en la que asegura que los cuadernos electorales son indispensables para una auditoria. Este es un país donde por sacar una vuvuzela, un pito y una pancarta te mandan derechito a operarte la nariz fracturada y a explicarle a tus hijos que ese ojo morado que tienes implica censura. Donde una cadena nacional que pretende imponer una verdad goebbeliana causa tanta gracia que los ciudadanos aseguran que el Chiguire Bipolar está detrás de ella. Un país donde Mario Silva le declara la guerra a muerte al imperio norteamericano pero chilla porque no le certifican su cuenta en Twitter.
Lewis Carroll no tenía ni idea de lo que implica vivir con una Ministra de Sistemas Penitenciarios que no puede dar fe sobre la identidad de los matones que han aniquilado a 29 policías en lo que va de año pero que no escatima al decir que “la bancada de la oposición en el Parlamento se merecía unos buenos coñazos”. Mucho menos que un pran tenga una discoteca en la cárcel, que un espontáneo se le abalance a un Presidente (o lo que sea él) en su investidura y que la falta de luz... bueno, chico, eso es saboteo.
Lo bueno es que Alicia despertó de su sueño. Un poco enratonada me imagino porque pegarse ese viaje con el Sombrerero Loco y una reina desquiciada no ha debido ser fácil. Venezuela sigue en el suyo. Un sueño de un pueblo que se cansó de mentiras porque no es verdad que en los anaqueles haya azúcar, ni mucho menos té. Un sueño de más del 70% de los venezolanos que no quieren saber de fascismo, que de eso aquí nadie sabe, sino si es verdad que El Ilegitimo sacó más votos que El Flaco en las mesas… incluso si sacó más que el Eterno Invencible.
La verdad ahora recae ante el Tribunal Supremo de Justicia donde bajo la batuta de Luisa Estella Morales se decidirá si la impugnación de las elecciones propuesta por el Comando Simón Bolívar rompe las cadenas que a diario se le impone al ciudadano desde el Alto Gobierno. Aquella Luisa quien no dudó en ponerse un brazalete que la identifica con una reconocida parcialidad política la cual, ciertamente, no corta cabezas, pero vaya como lo intenta.
¿Seis cosas imposibles antes del desayuno? Vente pa’cá Lewis Carroll. Vente pa’cá que yo te echo un cuento.-

Publicado en el blog  Conversations Overheard at the Mad Hatter's Tea Party del autor
Fecha 2 de mayo de 2013

9 may 2013

“El 14 de abril me robaron la victoria” Por EWALD SCHARFENBERG / ALFREDO MEZA


Henrique Capriles Radonski se detiene en la antesala de su oficina, en un viejo edificio residencial de la urbanización Bello Monte, en Caracas, y estrecha nuestras manos con la intensidad propia de quien está en una campaña electoral. Las elecciones se celebraron hace casi un mes, pero el gobernador del estado de Miranda todavía sigue metido en el personaje del aspirante a la presidencia de Venezuela. No es para menos. Este abogado caraqueño, que cumplirá 41 años en julio próximo, repetirá una frase como un mantra a lo largo de la hora y media de entrevista concedida a este diario: “Me han robado la victoria. Estos tipos se robaron las elecciones”. Y no piensa abandonar su cruzada hasta demostrar que, de acuerdo con sus cálculos, el pasado 14 de abril ocurrió un fraude de enormes proporciones.
Mientras pasamos a un pequeño salón de conferencias, Capriles da algunas instrucciones y cierra la puerta. Un televisor encendido muestra las imágenes de la rueda de prensa que ofrece su adversario, el presidente Nicolás Maduro, durante su visita a Montevideo. Capriles se reclina en el espaldar del asiento, delante de un inmenso mural, una fotografía que cubre una pared y que muestra una de las multitudinarias concentraciones que ha encabezado desde 2012. Viste un chándal con la enseña venezolana y el escudo de la Federación Venezolana de Fútbol. Hay en su discurso la voluntad de matizar su origen de clase, el de un joven que creció sin apremio alguno en medio de una holgura económica. “Los que piden sacrificio son quienes deben dar el ejemplo de austeridad. Yo seré el primer presidente que viva en su casa y con la escolta indispensable”, afirma, convencido de que se avecina un cambio en el país. A juzgar por su crecimiento como dirigente parece estar muy cerca de cumplir ese deseo. Hace mucho dejó de ser el ingenuo dirigente que a sus 26 años, cuando asumió la presidencia de la Cámara de Diputados, su primer cargo de relevancia, atacaba sin cuartel a la vieja dirigencia política solo para decirle al país que él representaba una nueva forma de hacer gerencia pública. Hoy no caza peleas estériles. Hay en sus gestos y palabras la experiencia de una persona transfigurada en un animal político y en el líder que la oposición jamás encontró en los últimos tres lustros.

La larga y paciente vía electoral


 “A mí me robaron las elecciones el 14 de abril. Si se anulan las actas de las mesas que hemos cuestionado mediante un contencioso electoral ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) —que representan el 55,4% del total escrutado— ganaríamos las elecciones con 400 mil votos de ventaja, 2% a nuestro favor. Y esto sin entrar en profundidades”, dice convencido de su verdad.
Pregunta. ¿Usted cree que la ventaja es mayor?
Respuesta. No sé a ciencia cierta y por esa razón estoy solicitando una auditoría. Nicolás Maduro está tratando de vincular el proceso electoral a la máquina de votación. Yo lo quiero sacar de la máquina porque el problema es el cuaderno de votación. Ese es el único instrumento que personaliza el voto, lo único que deja realmente constancia de que ustedes y yo votamos. No es posible determinar el fraude si solo se revisa el funcionamiento del sistema. En un contexto donde se intimidó a nuestros testigos es muy posible que el partido de gobierno pusiera a alguno de sus militantes a pulsar la máquina repetidas veces para que ésta cuente votos a favor del candidato oficial. ¿Y cómo lo sabremos? Contrastando esa cantidad de votos contra el cuaderno de votación. En la auditoría yo podré comprobar en cuántas de las mesas en las cuales hubo irregularidades de acuerdo a nuestro criterio, la votación se corresponde con la verdad. El gobierno quiere hacernos creer que muchos electores votaron cuando en realidad no lo hicieron.
P. ¿Por qué denunciar ahora con tanta insistencia esa irregularidad si también se presentó en las elecciones que usted perdió con Hugo Chávez?
R. En aquella ocasión sí hubo irregularidades, pero cuando le pregunté a mi equipo cuántos votos habría podido manipular el gobierno me respondieron que no más de un millón. Chávez ganó las elecciones por 1.500.000 votos. Yo le dije a mi gente que no tenía manera de reclamar un fraude. Pero esta vez esas irregularidades aumentaron. Este ha sido el proceso más violento de los últimos 15 años.
P. Usted fue muy criticado por aceptar su derrota
R. Claro, pero yo no tenía cómo cambiar el resultado. Chávez ganó la elección del 7 de octubre. Podemos debatir sobre el uso y abuso de los recursos del Estado, sobre el ventajismo, acerca de lo viciado que está el proceso. Cuando el 14 de abril notamos que nuestras encuestas a boca de urna daban una ventaja de 2% a nuestro favor, empezaron a inflarse los votos de Maduro. No es posible que él, en más de mil mesas, haya obtenido más votos que Chávez. Tampoco es creíble que la participación fuera mayor que el 7 de octubre. Cuando conocimos los resultados de las mesas de votación en las cuales perdía por pequeño margen, cuando en octubre había perdido por 20, o mesas de votación que gané cuando antes había perdido, le dije a mi gente que habíamos triunfado. La diferencia oficial es de 220.000 votos aproximadamente. Al sumar las irregularidades es obvio que no puedo aceptar los resultados. El tema, insisto, es que estos señores se robaron las elecciones. ¿Qué lo confirma? Que el Consejo Nacional Electoral (CNE) se ha negado a hacer una auditoría en los términos que la hemos solicitado.
P. El proceso lo ha llevado al terreno del TSJ. Viendo su composición, que responde al chavismo, podríamos pensar que lo mejor que pudiera pasarle a usted es que no le admitan el recurso. Porque hay un escenario en el cual se le admita el recurso y transcurran seis meses, mientras mengua el entusiasmo de sus seguidores y el interés internacional sobre el tema. ¿Usted estaría preparado para esa eventualidad?
R. Ustedes han dado en el blanco. Esa es la gran interrogante que tienen ahora los magistrados miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela que componen el TSJ. Si hay alguna reflexión que debemos hacer en la oposición es que no le hemos recordado a los venezolanos, ni al mundo, la precariedad institucional del país. Un español que se entera por la televisión de que he introducido un contencioso en el TSJ pensará que estamos haciendo las cosas de forma correcta. En el TSJ no hay un magistrado que no sea del PSUV. Ellos son ahora los que están pensado qué van a hacer. O desechan de una vez nuestra acción legal o dilatan la respuesta. Es una situación difícil porque el reclamo seguirá vigente por más que lo quieran enfriar. Tú no sabes si esa será la carta que los magistrados se jueguen ante una crisis política como la que yo avizoro. Guardando las distancias, yo pienso que todos los gobiernos que parten con una sombra de ilegitimidad están condenados.
P. Usted se ha referido varias veces al Perú de 2000 y ha dicho que esta situación en Venezuela le recuerda a los últimos días de Alberto Fujimori en el poder. Recordaremos que la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos dijo que esas elecciones eran sospechosas y luego pasó lo que pasó. Fujimori renunció desde Japón. Llevando esa analogía al extremo, ¿usted avizora que en el caso venezolano la OEA pudiera tener una reacción similar?
R. No me atrevería a hacer una proyección porque desconozco cuándo llevaremos nuestro reclamo a instancias internacionales. Yo creo que vamos a terminar allá.
P. Usted está preparado entonces para una lucha larga. ¿Lo están sus seguidores?
R. Una lucha larga entre comillas. Porque los gobiernos que surgen de la ilegitimidad difícilmente se mantienen.
P. ¿Pero sí estaría de acuerdo con que mientras Maduro permanezca más tiempo en el poder se reducen sus posibilidades?
R. No lo veo de esa forma. Cada día Maduro se hunde más porque su gobierno es ilegítimo.
P. Pero un seguidor suyo dentro de seis meses podría pensar que ya Maduro tiene obra que mostrar. Puede haberse atornillado en el poder
R. ¿Pero en qué condiciones llegará él allá? Depende cómo planteemos la lucha. Esta no es una lucha de hoy para mañana. Hay que decirle a los millones de venezolanos que nos apoyaron que debemos agotar la instancia interna para luego ir al exterior con nuestro reclamo. ¿Eso va a generarnos un nuevo proceso electoral dentro de tres meses? No lo sabemos. Yo no he cerrado este capítulo. Por lo pronto, la oficina del Comando Simón Bolívar acompañará las luchas de los venezolanos. El gobierno cada día se arrincona más porque no da respuestas a los venezolanos. No sé cuál será el final de esta historia. ¿Qué pienso yo que va a pasar? Aquí vendrá una nueva elección, bien sea a través de la acción del TSJ, de la presión de las instancias internacionales o puede ser que el gobernante claudique.
P. Pero ese final no es lo mismo dentro de seis meses que dentro de un año
R. No lo sé. ¿Quién ha dicho que un tipo como Maduro no puede claudicar? Fujimori renunció desde Japón. ¿Cuántos escándalos no vienen en el camino? Además, este gobierno no parece ser un modelo de austeridad u honestidad. Yo debo insistir en nuestra petición de justicia sobre el resultado de la elección, pero tampoco debo perder de vista la razón por la cual aspiré a la presidencia de Venezuela: que se le dé respuesta a los problemas económicos que agobian a los venezolanos.

Lucha de principios


P. Hay quien opina que Henrique Capriles se metió en un callejón sin salida y abandonó el mejor de los mundos. Usted obtuvo un muy buen resultado que lo confirmó como líder opositor. Un debilitado Maduro culminaría el período de Chávez haciéndole frente a una severa crisis económica. Era un resultado ganar-ganar. Pero usted se ha metido en una cruzada por la verdad. ¿No está despilfarrando ese gran resultado?
R. Yo le prometí a los venezolanos que defendería su voto. Ese es el argumento de José Vicente Rangel (ex vicepresidente de Venezuela y en la actualidad un periodista muy cercano al régimen).
P. Pero también es un argumento de real politik
R. No. ¿Qué puedo hacer yo sí sé que me robaron las elecciones? ¿Me hago el loco? No puedo.
P. Usted ha podido hacer otro cálculo político
R. Eso no va conmigo. Yo tengo principios. No tendría problemas en reconocer si pierdo las elecciones, como ocurrió el 7 de octubre. Chávez tenía entonces más votos que yo. ¿Qué he debido solicitar entonces una auditoría? Ese es otro debate. Lo que ocurre es que a esa hora, con un país a la expectativa, no se puede dudar. Además, si hubiera tomado esa decisión no habría leído correctamente el resultado que obtuvimos. Llegamos entonces al 45% de los votos compitiendo contra Hugo Chávez. Yo era un líder regional. Hubo pueblos en los que ni siquiera me conocían. Teníamos un capital político importante. Pero el 14 de abril sí gané las elecciones. ¿Cuál fue mi reacción? Solicitar una auditoría. Si después de eso se refleja que Maduro ganó por un voto sería el primero en reconocerlo. ¿Pero cómo renunciar a mi derecho de auditar si tengo más votos a favor?
P. En su columna Moisés Naím habló del silencio de Brasil con respecto a lo que está ocurriendo en Venezuela. La presidenta Dilma Roussef recibirá a Nicolás Maduro en las próximas horas. Usted con frecuencia ha dicho que el modelo brasileño es una referencia. ¿Le decepciona que ella le haya dado el visto bueno a Maduro?
R. No personalizo el modelo brasileño en su presidenta. Quienes llevan las riendas de ese país son profundamente pragmáticos. Pareciera una política atada a la economía y no a los principios.
P. ¿Eso es una crítica?
R. Por supuesto, lo es. Siento que en Brasil hay instituciones sólidas como para que ellos pudieran respaldar lo que se acordó en Unasur poco después de los comicios del 14 de abril, en la cual Ollanta Humala, como presidente pro tempore del bloque, exhortaba a Venezuela a realizar la auditoría. Incluso hablaron de reconteo. El gobierno de ese país debería ser coherente con lo que ya aprobó.
P. El gobierno de Maduro luce a la defensiva, mientras que la oposición parece cuidar más que nunca su talante democrático y marca la agenda. ¿Usted cree que la oposición bajo su liderazgo ha logrado, después de casi tres lustros, tomarle el pulso al país?
R. Los sucesos de abril de 2002, incluido el golpe de Estado que derrocó al presidente Chávez, provocaron una ruptura que el gobierno ha tratado de mantener vigente desde entonces acusándonos de golpistas y traidores a la patria. Con eso tratan de tapar todos sus abusos, todas sus violaciones a la Constitución y sus acciones antidemocráticas. Costó mucho sacarnos de encima esa sombra. Por esa razón tratan de provocarnos para que retrocedamos hacia aquellos días, cuando la oposición no tenía agenda, foco, ni mucho menos unidad. Después del 14 de abril, y aprovechando que no reconocí los resultados, ellos nos provocaron para que yo condujera al país por ese camino. No mordimos ese anzuelo. Hoy el gobierno de Maduro se parece mucho a la oposición de 2002. Sin foco, ni agenda, ni liderazgo. No hay unidad. Eso es lo que veo ahora. El gobierno necesita de un evento violento que le permita ver cómo se cambia la agenda. Ya la oposición demostró, y el país lo debe tener claro, que nosotros somos demócratas, que nuestra vía es la electoral, que estamos trabajando por construir una mayoría, que hemos participado en las peores condiciones y enfrentado a todos los vicios.
P. ¿Ese aprendizaje de la oposición se pondrá a prueba ahora, especialmente si la lucha es larga?
R. Yo no visualizo una salida como consecuencia de una situación violenta. Me inscribo en la agenda de presionar sobre la base de acciones pacíficas. Creo que hay una confianza en la manera como hemos conducido este proceso. Porque además yo creo que el venezolano es pacífico y detesta la violencia. Nadie, fuera del gobierno, ha aplaudido la agresión ocurrida en el Parlamento el 30 de abril pasado.

El legado de Hugo Chávez


P. Este es el mejor momento para la oposición, pero si nos retrotraemos al día que murió Chávez era complicado vaticinar lo que ha ocurrido. Nadie apostaba un duro por una candidatura distinta a la del delfín del caudillo. ¿Dudó usted de tomar esa candidatura? ¿No era como ir al cadalso?
R. El 10 de marzo yo dejé muy claro lo que sentía. Nosotros rescatamos ese espíritu de lucha. Yo quería asegurarme de que hubiera una unidad absoluta en torno a mi candidatura para entonces aceptarla en caso de que me la ofrecieran. Se lo dije a Antonio Ledezma (alcalde metropolitano de Caracas). “Si tú no quieres que sea el candidato yo te apoyo, Antonio”. Yo hice consideraciones acerca del momento, de la situación, escuche a la gente que me decía que no era conveniente. Al final demostré que no era un asunto de cálculos individuales. Esto para mí son luchas heroicas y principistas.
P. Usted utilizó una estrategia distinta. No confrontó a Chávez, pero a Maduro no le dio cuartel.
R. Porque ya basta. Estos tipos fueron capaces de burlarse tres meses de los venezolanos. Estos señores le mintieron al país acerca del verdadero estado de salud del Presidente. Fueron capaces de salir por televisión a decir que el jefe del Estado se estaba recuperando. Que estaba en el gimnasio.
P. A más de dos meses de la muerte de Chávez, su agonía y enfermedad siguen siendo un misterio. ¿En su cruzada por la verdad un eventual gobierno suyo debería poner de relieve el verdadero alcance del padecimiento del Presidente y las verdaderas razones de su fallecimiento?
R. No será mi tarea, pero eso vendrá.
P. ¿Un gobierno suyo podría revelar ese secreto de Estado?
R. Esa no es una tarea de gobierno.
P. ¿Por qué no?
R. Como buen cristiano yo prefiero que a él se le dé cristiana sepultura. He sido absolutamente respetuoso de su memoria y del dolor de sus seguidores. Luego veremos si estamos o no en lo correcto. A veces hay que esperar un tiempo para que las verdades se conozcan. Habrá alguna revelación de alguna enfermera, de algún doctor.
P. ¿No hay demasiada indulgencia con la memoria de Chávez? Parece que ahora que no está sus adversarios lo exculpan de todo, especialmente de este crispado clima político que se vive en Venezuela, del patente odio entre chavistas y antichavistas
R. Yo creo que ese ciclo ya se cerró. La muerte de Chávez cerró un ciclo en el país.
P. Pero si no se discute será muy fácil idealizarlo
R. Yo tengo mis dudas. Pero si el país no ve nada mejor eso podrá pasar. Algunos idealizan en Venezuela a los ex presidentes Rómulo Betancourt o Carlos Andrés Pérez.
P. Ese es el riesgo de no discutir el legado con el pretexto de que hay que respetar al que ya no está
R. No digo que no se discuta. Tenemos el reto de mostrar que el país puede estar muchísimo mejor. La fortaleza de Chávez fue la comunicación con nuestro pueblo más humilde. Él le hizo creer a la gente que tenía poder para tomar decisiones. El país cambió para bien o para mal. Para algunos ha sido bueno, para otros ha sido malo. ¿Qué puedo yo decir? Que hay interés de una conciencia política. Algunos lo consideran bueno. Otros dicen que el país está saturado. A mí me parece positivo que la gente se involucre en la política.
P. El chavismo ha querido explicar su sorpresiva votación argumentando que usted se disfrazó de Hugo Chávez. ¿Qué significa para usted ese modelo del llamado Socialismo del Siglo XXI? ¿Se puede rescatar algo? ¿O todo hay que echarlo a la basura?
R. La fortaleza de Chávez fue, como ya lo he dicho, poner a lo social en primera fila. Y todo el debate futuro tiene que girar en torno a la pobreza y a lo social. Eso lo he reconocido desde siempre. El Presidente se equivocó en no cambiar la realidad del país a pesar de la inmensa bonanza petrolera que disfrutamos. Este país debería no solo haber reducido la pobreza, sino haber logrado lo que logró Brasil, que sacó de la pobreza a más de 30 millones de brasileños. ¿Cuántos venezolanos han salido de la pobreza? No se trata de responder cuántos venezolanos tienen dinero para comer o hacer mercado. La pregunta es cuántos venezolanos, sin depender del Estado, por sus propios medios, cuentan con un empleo digno que les permita decir que salieron de la pobreza.

La mediación internacional


P. Hay un escenario de ingobernabilidad en Venezuela avizorado por algunos países. El canciller español García Margallo se ha ofrecido como mediador. ¿Cómo vería usted esa mediación siendo una de las partes en conflicto?
R. Yo agradezco cualquier llamado a diálogo, pero ahora no veo la intermediación de otro gobierno. Preferiría que la Iglesia mediara debido a las profundas convicciones católicas del pueblo venezolano.
P. ¿Por qué desechar los buenos oficios?
R. Porque la gente podría preguntarse, por ejemplo, por qué España y no México. Busquemos entonces una institución con la cual todos podamos tener cercanía. Esa institución es la Iglesia católica, a la cual se podrían sumar los otros cultos. La reacción del gobierno frente a esas ofertas de mediación siembra aún más la duda sobre el resultado. Solamente reacciona así el temeroso.
P. Los jefes de las fracciones parlamentarias de la Mesa de la Unidad llevaron una carta a la sede de la OEA para que se active la Carta Democrática Interamericana. La Secretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson, aseguró que están en juego” la garantía de las prácticas democráticas en Venezuela” consagradas en ese mismo instrumento ¿Están dadas las condiciones para que se invoque ese instrumento?
R. Si ustedes se leen ese documento advertirán que la Carta Democrática Interamericana establece que se deben celebrar elecciones libres, sin coacción. La intención de que se active busca avalar que se celebren en Venezuela nuevos comicios en nuevas condiciones: que no haya voto asistido, que el partido de gobierno no instale puntos de control a las puertas de los centros de votación, que no se amedrente a nuestros testigos y que haya una verdadera observación electoral, que es distinto a la figura de los acompañantes internacionales planteada por el CNE.
P. ¿Usted pudiera desistir de su reclamo si comprueba que eso traería consecuencias negativas para la gobernabilidad del país?
R. Eso sería un chantaje. Si cedo frente a la mentira mañana tendré que ceder frente a un gobierno que fabrica mentiras para juzgarte. Mi lucha no es violenta. Tengo el gran reto de derrotar la mentira con la verdad, pero imponer la verdad de forma pacífica. Lo voy a lograr en este mundo moderno, globalizado. Me atrevo a apostar que será así. Si yo claudico en el ejercicio legítimo de un derecho, mañana ustedes no podrán venirme a entrevistar. Esto es una lucha de principios. Yo ahí me la juego completa. Prefiero retirarme de la política antes que ponerme de rodillas. Tenemos que aprovechar esto que hemos construido para convertirnos en una nueva fuerza en América Latina. A través de nosotros este continente no seguirá la ruta de cambiar la Constitución para reelegirse en el poder, seguida por Bolivia o Ecuador, el club de amigos de Venezuela. Yo tengo la posibilidad de ser un nuevo referente en el continente para que no se llene de gobiernos reeleccionistas.


Tomado de ElPais
Fecha: 9 de mayo de 2013

6 may 2013

¡Respete al barrio, sr. Maduro! Por Jesús "Chuo" Torrealba


Los venezolanos ya sabíamos que el ocupante temporal de Miraflores tiene algunas limitaciones, como no saber con precisión cuales son los estados del país, condición que compensa con habilidades sorprendentes, como la de hablar con los pájaros.

Lo que no sabíamos era que compartiese prejuicios clasistas, como el de asumir que quienes vivimos en los barrios somos dados a resolver a puños nuestras diferencias. De la lucha contra los prejuicios trata, pues, este texto

“Ustedes saben que nuestros diputados vienen de barrios, de la calle y mueven las manos muy rápido“.

Con esas palabras, dichas el pasado viernes 3 de mayo en una asamblea con trabajadores del Metro de Caracas, intentó explicar el señor Nicolás Maduro Moros -presidente proclamado por el Consejo Nacional Electoral- su versión de los bochornosos hechos de violencia ocurridos en la Asamblea Nacional el pasado martes 30 de abril, que dejaron como saldo siete diputados heridos, TODOS pertenecientes a la bancada opositora. Maduro afirmó que la violencia fue “provocada y planificada por la oposición” y, ante la realidad de que los únicos heridos en la refriega fueron aquellos que el señor Maduro acusó de haberla “planificado”, la única explicación que dio fue que eso ocurrió porque los parlamentarios de su tendencia son de “la calle, de barrio y mueven más rápido las manos”.

Insulto al 54% de los venezolanos

 No vamos a referirnos aquí a lo ocurrido en la sede del muy disminuido poder legislativo venezolano, primero degradado de parlamento a cuartel y luego degradado más aun, a la infame condición de paraje de emboscadas. Ya el país y el mundo entero vieron lo que ocurrió pues, pese al bloqueo informativo oficial, los videos tomados con los teléfonos celulares de las víctimas permitieron establecer con precisión quienes fueron los agresores y, en consecuencia, quienes son hoy sus alcahuetes. Eso ya es materia sabida. Lo que si nos interesa alertar, destacar y denunciar es el carácter clasista, descalificatorio e insultante que para todo el pueblo venezolano, y en particular para ese 54 % de compatriotas que vivimos y luchamos en los barrios, tienen las lamentables declaraciones del señor Maduro Moros.

En efecto, ¿a cuenta de qué ese señor viene a justificar las presuntas habilidades belicosas de sus compañeros de partido diciendo que ellos son así (violentos, agresivos, sujetos que “mueven más rápido las manos”) porque supuestamente “son del barrio”? ¿De dónde saca Maduro Moros que “ser del barrio” es sinónimo de peleador callejero? ¿Qué lo autoriza a utilizar nada más y nada menos que la temporal investidura de Presidente de la República y los micrófonos del canal del Estado para reproducir y reforzar los prejuicios clasistas de que hemos sido víctimas por décadas los habitantes de los barrios, al presentarnos a todos como “malandros”, “pendencieros” o “matones”?

Desmontando falsedades

La falsedad de tales prejuicios está más que demostrada por la etnografía, la sociología, la economía y hasta por la estadística. Empecemos por esta última: De acuerdo al último Censo de Población y Vivienda, la población de Venezuela se aproxima a los 30 millones de personas. Según proyecciones basadas en cifras del Consejo Nacional de la Vivienda, aproximadamente un 54 % de la población venezolana vive en estos “desarrollos habitacionales no controlados” conocidos como en nuestro país como “barrios”. Del cruce de estos dos datos podemos extraer que en barrios viven unos 16,2 millones de venezolanos. Por otro lado, estimaciones hechas por expertos criminólogos (Fermín Mármol García y Javier Gorriño, entre otros) ubican en 180 mil la cantidad de delincuentes violentos en nuestro país, organizados en unas 18 mil bandas. Estos números son de mucha utilidad porque en el supuesto negado que TODOS los delincuentes de este país vivieran en barrios, eso sólo revelaría que el 98,9 % de los habitantes de los barrios son gente honesta, y que apenas un 1,1% de esa población estaría integrada por transgresores de la Ley. Quizá sea muy complicado para quienes “ahora y mientras tanto” están en el poder, pero el resto de los venezolanos pueden corroborar estos datos haciendo una sencilla regla de tres.

Esta contundente realidad estadística nos coloca frente a otra no menos contundente realidad económica: Este país podría vivir tranquilamente sin boliburguesía (ese sector social que ni aporta fuerza de trabajo ni aporta capital a la actividad productiva, sino que amasa fortunas gigantescas gracias a estar bien “enchufados” en el poder político), pero Venezuela sería absolutamente inviable desde el punto de vista económico sin el músculo productivo y sin la capacidad de consumo que reside en los barrios.

Cinismo justificador

Desde el punto de vista antropológico, sociológico y etnográfico la evidencia también desmiente al prejuicio madurista sobre que “ser del barrio” es sinónimo de “ser violento”: Todas las miradas desde esas disciplinas revelan que los barrios fueron en su origen espacios de transición creados por humildes venezolanos que vinieron a las ciudades huyendo del hambre y de las enfermedades que azotaban el interior del país, y que con trabajo honesto financiaron los estudios de sus hijos para de esa manera crear la columna vertebral de lo que hoy es la clase media venezolana.

Una cosa si es cierta: Si el empleo privado sigue disminuyendo y el empleo público sigue precarizándose; si las instituciones siguen desdibujándose y la impunidad sigue campeando; Si estar “enchufado” sigue siendo más lucrativo que ser productivo, si se sigue atentando desde el poder contra la cultura del trabajo y si la ley sigue siendo no una garantía para la convivencia sino un garrote para la disidencia, entonces si es verdad que no solo los barrios sino todo el país será pasto de esa indeseable violencia que hoy el ocupante accidental de Miraflores justifica con cinismo. Por eso es que todos, chavistas y caprilistas, están obligados a entenderse para darle un parao a la inmadurez hecha gobierno. “Hay que mover las manos rápido”, no para golpear a nadie, sino para construir una patria en que esta violencia absurda sea impensable.

Y los primeros que deseamos esto somos, precisamente, la gente del barrio, que ya estamos hartos de la violencia y de los violentos.

Jesús Chuo Torrealba | @ChuoTorrealba
Tomado de DiarioLaVoz

“La hora loca del parlamento” Por: Mario Villegas


Ciertamente lo que estamos viendo en el Capitolio Federal es la hora loca del parlamento venezolano. Pero no me refiero al episodio en el que un grupo de diputados opositores hizo tronar en el hemiciclo sus pitos, cornetas, maracas y bubuzelas, lo cual les costó salvajes agresiones físicas a varios de ellos.

Me refiero a esta larguísima hora loca que arrancó desde que en 2005 la oposición cometió el error de abstenerse de participar en las elecciones legislativas, con lo cual el chavismo se apropió en su totalidad del Poder Legislativo y, por intermedio de éste, del Poder Judicial, del Poder Ciudadano y del Poder Electoral, todos teledirigidos desde el Poder Ejecutivo.

Cuántas cosas han ocurrido a partir de entonces. Desde las incontables y arbitrarias reformas al reglamento interior y de debates de la Asamblea Nacional, pasando por las designaciones preferentemente rojas rojitas de magistrados judiciales, rectores electorales, contralor general, fiscal general y defensor general; la permanente cesión al presidente Hugo Chávez de las facultades legislativas a través de sucesivas leyes habilitantes, el recorte de las sesiones a una vez por semana, la exigua producción legislativa, la renuncia, las facultades contraloras.

El allanamiento exprés de inmunidades parlamentarias, la recurrente violación a la contratación colectiva y libertades sindicales del personal de la AN, el florido nepotismo laboral, las corruptelas, la sanción de leyes inconstitucionales, el desconocimiento e irrespeto a la más elemental técnica legislativa.

La juramentación de las autoridades parlamentarias ante presuntos voceros del poder popular cuando realmente es el cuerpo legislativo el más fiel representante de la voluntad soberana del pueblo, la expulsión de los periodistas del hemiciclo parlamentario y del palco de prensa, el manejo discriminatorio y antiético del canal televisivo de la AN.

La manipulación arbitraria del orden del día y del derecho de palabra de los parlamentarios según su inclinación política, el saboteo de las intervenciones a los diputados de oposición, hasta el ingreso programado de barras chavistas destinadas a insultar a parlamentarios no afectos al gobierno, configuran, entre otras, una sucesión de síntomas que evidencian el grado de desequilibrio que viene padeciendo ese corazón de nuestra democracia que es el parlamento nacional.

Como ahora, para complemento, al muy cuerdo presidente de la AN se le ha ocurrido negarles totalmente el derecho de palabra, los diputados y diputadas opositores desplegaron el martes una pancarta y desataron su sonora protesta. La acción despertó la ira de varios tonton macoutes oficialistas que, haciendo honor a sus chapas e inmunidad parlamentaria, le pusieron fuerza bruta y color de sangre al más reciente capítulo de esta interminable hora loca parlamentaria.

Tomado de Noticias24

3 may 2013

Asamblea: Circo de la barbarie Por FERNANDO RODRÍGUEZ

Lo que ha venido sucediendo en la Asamblea Nacional es espantoso, después de la decisión del Teniente Cabello de negar el derecho de palabra a los diputados que no precedieran su intervención con una especie de letanía que podría ser del siguiente tenor: Creo que Hugo Chávez es el Cristo de los pobres, que Nicolás I es su legítimo sucesor y Diosdado Cabello, refinado caballero, su ahijado preferido.

La humillante solicitud del teniente evidentemente no tiene ningún asidero legal ni racional, seguramente producto de esa aversión a los libros que acaba de confesar su conmilitón de la patria grande Evo Morales y a los toscos modales que muchos adquieren en el cuartel.

Un diputado, aun un ciudadano cualquiera, en democracia, tiene derecho a poner en cuestión la validez de un acto electoral si así se lo dicta su conciencia, sin que por ello tenga que perder alguno de sus derechos. De lo contrario pasarían impunes todos los fraudes que en el mundo han sido, tantos.

Todavía más cuando cursa, por vías perfectamente legales, un cuestionamiento de dicho proceso, lo que obliga a quienes lo apoyan al menos a suspender su juicio hasta que éste se complete. Condicionar entonces el derecho a hablar, en un sitio destinado por naturaleza a hablar, a esa especie de auto de fe inquisitorial y policial es de un despotismo y una vulgaridad inigualables.

Ante semejante despojo la fracción opositora no podía sino mostrar su inconformidad y reivindicar sus inalienables derechos y eso hizo, valiente y dignamente.

Pero lo que sucedió el martes, y que ya venía sucediendo en menor escala, supera lo acaecido en ese Parlamento posiblemente desde el fatídico 24 de enero de 1848, "el asalto al Congreso", y mira que han sucedido cosas, trompadas e insultos a granel incluidos, en ese hemiciclo por donde han pasado las mentes más preclaras y los peores malandrines políticos del país.

La presencia de una humilde pancarta, que llamaba golpe al Congreso el ominoso silencio impuesto por el teniente, y que era la única manera de expresarse de los enmudecidos diputados, fue la excusa para que se arremetiera en masa, rodilla en tierra, contra los opositores y se dañara físicamente a por lo menos siete de ellos; según María Corina Machado bajo la cobarde, por oculta, orquestación de Pedro Carreño, jefe de fracción y otro distinguido producto de la casa de los sueños azules, y la indiferencia y hasta las risitas del Teniente-Presidente.

Hubo contusos de consideración en la dantesca batalla, donde participaron también esbirros y empleados de la gloriosa ágora del pueblo. Una verdadera vergüenza que hay que mostrar a todos los venezolanos y en el extranjero, en especial en los Parlamentos.

La fracción opositora juró no rendirse. Maduro, cantinfleando como siempre, acusó a la oposición de provocadora pero dijo, ¡atención!, que le ordenó a Cabello que eso no se repitiera, lo cual aceptó.

A pesar de las flagrantes y abundantes imágenes recogidas y la elemental lógica de los hechos el gobierno mentiroso, muy mentiroso, da su versión de paz y tolerancia. Nadie se la creerá, por supuesto.

Pero sí quedan algunas preguntas que se han formulado ya: ¿Se trata de un acto producto de la bestialidad innata y el terror ante una impugnación de posibles efectos demoledores? ¿O se trata de una hipérbole de violencia de Cabello para hacer tambalear aún más el gobierno de Maduro, que por cierto estaba en esos momentos en el Cirque du Soleil deslumbrado viendo, con mucho amor, tanta belleza? Seguir el asunto.

Tomado de TalCualDigital
Caracas 02/05/2013

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