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31 may 2013

El Saboteo Por: Laureano Márquez

Por lo que nos dicen las autoridades competentes, Henrique Capriles y su combo de la derecha fascista están saboteando toda la gestión gubernamental. No es nada nuevo, por lo visto llevan 14 años en ello: destruyeron el sistema productivo y nos hicieron dependientes de las exportaciones, miles de empresas cerraron; acabaron con el sistema eléctrico, usando cuanta artimaña se les ocurrió en sus perversas mentes, desde rayos provocados satelitalmente por la CIA, hasta iguanas entrenadas por el general Rivero; propiciaron la delincuencia y torpedearon todas las políticas de seguridad diseñadas desde el gobierno; importaron paramilitares con propósitos magnicidas desde Colombia y El Salvador; generaron corrupción administrativa y escasez de productos de primera necesidad que permanecen acaparados en sus manos, solo esperando que se pudran para propiciar el caos (aunque fueron coherentes en la escasez: faltó la comida y a la vez el papel sanitario, tiene lógica) ; han destruido nuestra infraestructura vial al punto de hacer casi intransitables nuestras carteras y autopistas; se las han arreglado estos saboteadores para que toda empresa que caiga en manos del Estado fracase y vaya a la quiebra, gracias a las acciones de casi 8 millones de infiltrados, que se sepa ( y la cifra va en aumento). La lista de las atrocidades en contra del país que Capriles y sus secuaces de derecha ha venido desarrollando en los últimos años no tiene límite. Lo último: atravesar los rostros de los diputados opositores delante del camino recorrido por los puños inocentes de algunos diputados del PSUV, para generar la corriente de opinión de que éstos son violentos.

En medio de todas estas adversidades de las que el gobierno ha venido siendo víctima, éste ha comenzado a transitar el camino correcto: definitivamente con gente poseedora de tal capacidad destructiva, hay que reunirse. No se puede dejar que Lorenzo termine de acabar con el país, hay que llamarlo al orden. Con las señales vistas en los últimos días, creo que puede decirse que la transición ha comenzado. Dicen que lo mejor es lo que pasa y es verdad. Lo mejor que le ha podido suceder a Capriles es ganar las elecciones y no ser gobierno en este momento. A pesar de ser el principal autor de este desastre, no le correspondía a él administrarlo. Le tocará cuando todos los saboteadores sean domesticados. Esa tarea ya comenzó y las transiciones nunca las conduce quien viene, sino en que va de salida. Cuenta Javier Cercas en su. "Anatomía de un instante" que el días antes de legalizar al enemigo histórico del franquismo: el Partido Comunista Español, Adolfo Suárez, brillante conductor de la transición a la democracia, se puso en contacto con Santiago Carrillo, líder del partido comunista y ex-combatiente de la Guerra Civil Española, es decir también enemigo histórico, para decirle más o menos lo siguiente: "tengo listo el decreto de legalización de tu partido, pero necesito que apenas se haga público salgas en televisión insultándome y hablando pestes de mi, diciendo que esta legalización te parece una mamarrachada." Suárez sabía que esta agresión concertada calmaría a los radicales fascistas de su lado, que estaban buscando la más mínima excusa para defenestrarlo. Santiago Carrillo y Adolfo Suárez, ambos expresión de la sangrienta rivalidad de las dos españas, supieron ponerse de acuerdo para hacer viable un país democrático, en público, descalificándose mutuamente, en privado conversando y estableciendo las bases de un país de reconciliación.

Tampoco se le puede pedir al gobierno que reconozca que su modelo económico fue un rotundo fracaso. Todo el mundo necesita una puerta trasera por donde salir dignamente. No importa si reconoce el desastre o no, basta con que tenga voluntad política de cambio. Es probable que las señales de esta semana vayan por esta vía.

No se sí es demasiado optimista el planteamiento, pero visto así, todo el proceso destructivo del país que Capriles ha conducido, tiene algún sentido. Parece que en medio de estas inconmensurables ambiciones de poder, el nombre de Venezuela ha comenzado a aparecer en la agenda. Y es que si no salvamos al país, ¿dónde carrizo vamos a pelear?

Viernes 17 de mayo de 2013
Tomado de LaureanoMarquez.com

El "error 0" del CNE Por: EUGENIO G. MARTÍNEZ

Contra todo pronóstico el CNE ha desarrollado la verificación ciudadana ampliada, un proceso que comenzó a perder su sentido cuando el sector que duda de los resultados de la elección presidencial anunció que no participaría. Aunque la revisión ayuda a ratificar que existe "error 0" en los resultados del 14 de abril, paradójicamente no sirve para descartar las denuncias que realiza la oposición venezolana.

¿Qué significa "error 0"? Los resultados de la verificación ciudadana ampliada (así como las conclusiones de la auditoría posterior a una muestra de 0,5% de los equipos y la verificación ciudadana realizada el día de la elección) ratifica que no existen inconsistencias numéricas entre los votos escrutados por cada máquina y los votos totalizados por el CNE.

Esta auditoría es perfecta para descartar las tesis que sugieren que existe una manipulación electrónica de los resultados, sin embargo no permite aclarar las dudas que la oposición y un sector importante de la población tiene sobre la transparencia de los resultados. ¿Para qué realizarla?

Hasta este momento la verificación ciudadana ampliada solo ha servido para comprobar que el sistema automatizado funciona como se espera y para darle "tranquilidad" al CNE. No obstante, la tarea del organismo comicial debería ser la de promover la tranquilidad entre los ciudadanos.

Desafortunadamente en este momento la credibilidad y confianza de los ciudadanos en el árbitro (según los resultados de opinión pública del IVAD, Varianzas, etc.), podría asemejarse peligrosamente a los que exhibía su predecesor: el Consejo Supremo Electoral.

Si la desconfianza sobre los resultados es lo que define aproximadamente a la mitad de la población es una mala noticia, no solo para el árbitro electoral, también lo es para sus proveedores de tecnología y en definitiva para la democracia. Por ejemplo, según el IVAD 47% de los electores cree que los resultados del 14 de abril no son los correctos, mientras Varianzas asegura que 41% está disconforme con los resultados y la actuación del organismo comicial y 11% dice estar confundido sobre los resultados. ¿Por qué no aclarar las dudas?

Tomando como referencia los distintos estudios de opinión pública los rectores deberían enfocarse en demostrar que las denuncias de la oposición son infundadas. Para lograrlo se necesita algo más que la verificación ciudadana ampliada que se desarrolla en este momento, es perentorio que el organismo comicial entregue el reporte de incidencias del Sistema de Autenticación Integrado (SAI) y defina la fecha en la que comenzará la auditoría de no duplicidad de huellas.

¿Por qué son importantes estos dos elementos? La oposición no ha denunciado alteración electrónica de los resultados, como tampoco ha sugerido que los equipos de votación fueron manipulados. Los seis recursos de impugnación presentados ante el TSJ se orientan a criticar y denunciar la nulidad del proceso (de forma total o parcial) en función de la cualidad de los votantes.

En otras palabras: la dirigencia de oposición -y aproximadamente la mitad de los ciudadanos- cree que una porción importante de los votos emitidos a favor de Nicolás Maduro corresponde a electores ilegítimos (por usurpación de identidad, voto doble, etc.).
La única forma de demostrar que 100% de los votos de Maduro -y por extensión de Capriles Radonski- fueron emitidos por electores legitimados para votar pasa porque el CNE entregue el reporte de incidencias del SAI y realice la auditoría de no duplicidad de huellas. Mientras esto no ocurra el "error 0" que promociona el organismo comicial solo servirá para ratificar que el sistema automatizado contó bien los 15.057.992 votos que se totalizaron el domingo 14 de abril, pero no aclarará -a quienes tienen dudas- si efectivamente acudieron a votar 15.055.992 personas.

Jueves 30 de mayo de 2013
Tomado de ElUniversal

10 may 2013

Seis Cosas Imposibles Antes del Desayuno Por Toto Aguerrevere


A veces pienso que la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas hubiera gozado una bola viviendo en Venezuela. Esa señora estaba clara en la vida. Tenía un fetiche por todo lo rojo, no toleraba las críticas y si alguien le molestaba sencillamente mandaba a que le degollaran la cabeza. ¿Me pintaste las rosas blancas de carmín? ¡Degollado! ¿No quieres jugar cróquet? ¡Cortadle la cabeza! ¿Juicio? Bueeh… ‘ta bien, pero después ¡que le corten la cabeza!
Así estamos en Venezuela. Dicen que la Justicia existe pero yo no la veo vendada sino con lentes Gucci. Hay un cineasta estadounidense acusado por el Ministro de Interior y Justicia de ser el artífice de una supuesta guerra civil pero el Canciller de la República asegura que hay plena estabilidad en el país. El Presidente de la Asamblea Nacional les niega el derecho de palabra a diputados que fueron electos con los mismos derechos y condiciones que él. El Ministro de Petróleo y Minas es uno de los 500 hombres más poderosos del mundo. El Ministro de Vivienda y Hábitat no le interesan los derechos laborales al momento de amenazar quien no esté con la Revolución y el llamado Presidente de la República… bueno él ve pajaritos.
¿Estamos seguros de que no estamos en el País de las Maravillas?
La reciente golpiza en la Asamblea Nacional sirve para recordar otro pasaje del viaje psicodélico de Alicia por el país de las locuras. En un encuentro con la Reina Blanca, se entera de que su real majestad podía imaginar hasta seis cosas imposibles antes del desayuno. Gran vaina. Basta abrir el periódico en cualquier día de la semana para darse cuenta que aquí como mínimo pasan 34 cosas imposibles al día.
Este es un país donde Jorge Rodríguez en el 2013 es el mayor opositor de Jorge Rodríguez en el 2012 cuando niega una entrevista en la que asegura que los cuadernos electorales son indispensables para una auditoria. Este es un país donde por sacar una vuvuzela, un pito y una pancarta te mandan derechito a operarte la nariz fracturada y a explicarle a tus hijos que ese ojo morado que tienes implica censura. Donde una cadena nacional que pretende imponer una verdad goebbeliana causa tanta gracia que los ciudadanos aseguran que el Chiguire Bipolar está detrás de ella. Un país donde Mario Silva le declara la guerra a muerte al imperio norteamericano pero chilla porque no le certifican su cuenta en Twitter.
Lewis Carroll no tenía ni idea de lo que implica vivir con una Ministra de Sistemas Penitenciarios que no puede dar fe sobre la identidad de los matones que han aniquilado a 29 policías en lo que va de año pero que no escatima al decir que “la bancada de la oposición en el Parlamento se merecía unos buenos coñazos”. Mucho menos que un pran tenga una discoteca en la cárcel, que un espontáneo se le abalance a un Presidente (o lo que sea él) en su investidura y que la falta de luz... bueno, chico, eso es saboteo.
Lo bueno es que Alicia despertó de su sueño. Un poco enratonada me imagino porque pegarse ese viaje con el Sombrerero Loco y una reina desquiciada no ha debido ser fácil. Venezuela sigue en el suyo. Un sueño de un pueblo que se cansó de mentiras porque no es verdad que en los anaqueles haya azúcar, ni mucho menos té. Un sueño de más del 70% de los venezolanos que no quieren saber de fascismo, que de eso aquí nadie sabe, sino si es verdad que El Ilegitimo sacó más votos que El Flaco en las mesas… incluso si sacó más que el Eterno Invencible.
La verdad ahora recae ante el Tribunal Supremo de Justicia donde bajo la batuta de Luisa Estella Morales se decidirá si la impugnación de las elecciones propuesta por el Comando Simón Bolívar rompe las cadenas que a diario se le impone al ciudadano desde el Alto Gobierno. Aquella Luisa quien no dudó en ponerse un brazalete que la identifica con una reconocida parcialidad política la cual, ciertamente, no corta cabezas, pero vaya como lo intenta.
¿Seis cosas imposibles antes del desayuno? Vente pa’cá Lewis Carroll. Vente pa’cá que yo te echo un cuento.-

Publicado en el blog  Conversations Overheard at the Mad Hatter's Tea Party del autor
Fecha 2 de mayo de 2013

9 may 2013

“El 14 de abril me robaron la victoria” Por EWALD SCHARFENBERG / ALFREDO MEZA


Henrique Capriles Radonski se detiene en la antesala de su oficina, en un viejo edificio residencial de la urbanización Bello Monte, en Caracas, y estrecha nuestras manos con la intensidad propia de quien está en una campaña electoral. Las elecciones se celebraron hace casi un mes, pero el gobernador del estado de Miranda todavía sigue metido en el personaje del aspirante a la presidencia de Venezuela. No es para menos. Este abogado caraqueño, que cumplirá 41 años en julio próximo, repetirá una frase como un mantra a lo largo de la hora y media de entrevista concedida a este diario: “Me han robado la victoria. Estos tipos se robaron las elecciones”. Y no piensa abandonar su cruzada hasta demostrar que, de acuerdo con sus cálculos, el pasado 14 de abril ocurrió un fraude de enormes proporciones.
Mientras pasamos a un pequeño salón de conferencias, Capriles da algunas instrucciones y cierra la puerta. Un televisor encendido muestra las imágenes de la rueda de prensa que ofrece su adversario, el presidente Nicolás Maduro, durante su visita a Montevideo. Capriles se reclina en el espaldar del asiento, delante de un inmenso mural, una fotografía que cubre una pared y que muestra una de las multitudinarias concentraciones que ha encabezado desde 2012. Viste un chándal con la enseña venezolana y el escudo de la Federación Venezolana de Fútbol. Hay en su discurso la voluntad de matizar su origen de clase, el de un joven que creció sin apremio alguno en medio de una holgura económica. “Los que piden sacrificio son quienes deben dar el ejemplo de austeridad. Yo seré el primer presidente que viva en su casa y con la escolta indispensable”, afirma, convencido de que se avecina un cambio en el país. A juzgar por su crecimiento como dirigente parece estar muy cerca de cumplir ese deseo. Hace mucho dejó de ser el ingenuo dirigente que a sus 26 años, cuando asumió la presidencia de la Cámara de Diputados, su primer cargo de relevancia, atacaba sin cuartel a la vieja dirigencia política solo para decirle al país que él representaba una nueva forma de hacer gerencia pública. Hoy no caza peleas estériles. Hay en sus gestos y palabras la experiencia de una persona transfigurada en un animal político y en el líder que la oposición jamás encontró en los últimos tres lustros.

La larga y paciente vía electoral


 “A mí me robaron las elecciones el 14 de abril. Si se anulan las actas de las mesas que hemos cuestionado mediante un contencioso electoral ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) —que representan el 55,4% del total escrutado— ganaríamos las elecciones con 400 mil votos de ventaja, 2% a nuestro favor. Y esto sin entrar en profundidades”, dice convencido de su verdad.
Pregunta. ¿Usted cree que la ventaja es mayor?
Respuesta. No sé a ciencia cierta y por esa razón estoy solicitando una auditoría. Nicolás Maduro está tratando de vincular el proceso electoral a la máquina de votación. Yo lo quiero sacar de la máquina porque el problema es el cuaderno de votación. Ese es el único instrumento que personaliza el voto, lo único que deja realmente constancia de que ustedes y yo votamos. No es posible determinar el fraude si solo se revisa el funcionamiento del sistema. En un contexto donde se intimidó a nuestros testigos es muy posible que el partido de gobierno pusiera a alguno de sus militantes a pulsar la máquina repetidas veces para que ésta cuente votos a favor del candidato oficial. ¿Y cómo lo sabremos? Contrastando esa cantidad de votos contra el cuaderno de votación. En la auditoría yo podré comprobar en cuántas de las mesas en las cuales hubo irregularidades de acuerdo a nuestro criterio, la votación se corresponde con la verdad. El gobierno quiere hacernos creer que muchos electores votaron cuando en realidad no lo hicieron.
P. ¿Por qué denunciar ahora con tanta insistencia esa irregularidad si también se presentó en las elecciones que usted perdió con Hugo Chávez?
R. En aquella ocasión sí hubo irregularidades, pero cuando le pregunté a mi equipo cuántos votos habría podido manipular el gobierno me respondieron que no más de un millón. Chávez ganó las elecciones por 1.500.000 votos. Yo le dije a mi gente que no tenía manera de reclamar un fraude. Pero esta vez esas irregularidades aumentaron. Este ha sido el proceso más violento de los últimos 15 años.
P. Usted fue muy criticado por aceptar su derrota
R. Claro, pero yo no tenía cómo cambiar el resultado. Chávez ganó la elección del 7 de octubre. Podemos debatir sobre el uso y abuso de los recursos del Estado, sobre el ventajismo, acerca de lo viciado que está el proceso. Cuando el 14 de abril notamos que nuestras encuestas a boca de urna daban una ventaja de 2% a nuestro favor, empezaron a inflarse los votos de Maduro. No es posible que él, en más de mil mesas, haya obtenido más votos que Chávez. Tampoco es creíble que la participación fuera mayor que el 7 de octubre. Cuando conocimos los resultados de las mesas de votación en las cuales perdía por pequeño margen, cuando en octubre había perdido por 20, o mesas de votación que gané cuando antes había perdido, le dije a mi gente que habíamos triunfado. La diferencia oficial es de 220.000 votos aproximadamente. Al sumar las irregularidades es obvio que no puedo aceptar los resultados. El tema, insisto, es que estos señores se robaron las elecciones. ¿Qué lo confirma? Que el Consejo Nacional Electoral (CNE) se ha negado a hacer una auditoría en los términos que la hemos solicitado.
P. El proceso lo ha llevado al terreno del TSJ. Viendo su composición, que responde al chavismo, podríamos pensar que lo mejor que pudiera pasarle a usted es que no le admitan el recurso. Porque hay un escenario en el cual se le admita el recurso y transcurran seis meses, mientras mengua el entusiasmo de sus seguidores y el interés internacional sobre el tema. ¿Usted estaría preparado para esa eventualidad?
R. Ustedes han dado en el blanco. Esa es la gran interrogante que tienen ahora los magistrados miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela que componen el TSJ. Si hay alguna reflexión que debemos hacer en la oposición es que no le hemos recordado a los venezolanos, ni al mundo, la precariedad institucional del país. Un español que se entera por la televisión de que he introducido un contencioso en el TSJ pensará que estamos haciendo las cosas de forma correcta. En el TSJ no hay un magistrado que no sea del PSUV. Ellos son ahora los que están pensado qué van a hacer. O desechan de una vez nuestra acción legal o dilatan la respuesta. Es una situación difícil porque el reclamo seguirá vigente por más que lo quieran enfriar. Tú no sabes si esa será la carta que los magistrados se jueguen ante una crisis política como la que yo avizoro. Guardando las distancias, yo pienso que todos los gobiernos que parten con una sombra de ilegitimidad están condenados.
P. Usted se ha referido varias veces al Perú de 2000 y ha dicho que esta situación en Venezuela le recuerda a los últimos días de Alberto Fujimori en el poder. Recordaremos que la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos dijo que esas elecciones eran sospechosas y luego pasó lo que pasó. Fujimori renunció desde Japón. Llevando esa analogía al extremo, ¿usted avizora que en el caso venezolano la OEA pudiera tener una reacción similar?
R. No me atrevería a hacer una proyección porque desconozco cuándo llevaremos nuestro reclamo a instancias internacionales. Yo creo que vamos a terminar allá.
P. Usted está preparado entonces para una lucha larga. ¿Lo están sus seguidores?
R. Una lucha larga entre comillas. Porque los gobiernos que surgen de la ilegitimidad difícilmente se mantienen.
P. ¿Pero sí estaría de acuerdo con que mientras Maduro permanezca más tiempo en el poder se reducen sus posibilidades?
R. No lo veo de esa forma. Cada día Maduro se hunde más porque su gobierno es ilegítimo.
P. Pero un seguidor suyo dentro de seis meses podría pensar que ya Maduro tiene obra que mostrar. Puede haberse atornillado en el poder
R. ¿Pero en qué condiciones llegará él allá? Depende cómo planteemos la lucha. Esta no es una lucha de hoy para mañana. Hay que decirle a los millones de venezolanos que nos apoyaron que debemos agotar la instancia interna para luego ir al exterior con nuestro reclamo. ¿Eso va a generarnos un nuevo proceso electoral dentro de tres meses? No lo sabemos. Yo no he cerrado este capítulo. Por lo pronto, la oficina del Comando Simón Bolívar acompañará las luchas de los venezolanos. El gobierno cada día se arrincona más porque no da respuestas a los venezolanos. No sé cuál será el final de esta historia. ¿Qué pienso yo que va a pasar? Aquí vendrá una nueva elección, bien sea a través de la acción del TSJ, de la presión de las instancias internacionales o puede ser que el gobernante claudique.
P. Pero ese final no es lo mismo dentro de seis meses que dentro de un año
R. No lo sé. ¿Quién ha dicho que un tipo como Maduro no puede claudicar? Fujimori renunció desde Japón. ¿Cuántos escándalos no vienen en el camino? Además, este gobierno no parece ser un modelo de austeridad u honestidad. Yo debo insistir en nuestra petición de justicia sobre el resultado de la elección, pero tampoco debo perder de vista la razón por la cual aspiré a la presidencia de Venezuela: que se le dé respuesta a los problemas económicos que agobian a los venezolanos.

Lucha de principios


P. Hay quien opina que Henrique Capriles se metió en un callejón sin salida y abandonó el mejor de los mundos. Usted obtuvo un muy buen resultado que lo confirmó como líder opositor. Un debilitado Maduro culminaría el período de Chávez haciéndole frente a una severa crisis económica. Era un resultado ganar-ganar. Pero usted se ha metido en una cruzada por la verdad. ¿No está despilfarrando ese gran resultado?
R. Yo le prometí a los venezolanos que defendería su voto. Ese es el argumento de José Vicente Rangel (ex vicepresidente de Venezuela y en la actualidad un periodista muy cercano al régimen).
P. Pero también es un argumento de real politik
R. No. ¿Qué puedo hacer yo sí sé que me robaron las elecciones? ¿Me hago el loco? No puedo.
P. Usted ha podido hacer otro cálculo político
R. Eso no va conmigo. Yo tengo principios. No tendría problemas en reconocer si pierdo las elecciones, como ocurrió el 7 de octubre. Chávez tenía entonces más votos que yo. ¿Qué he debido solicitar entonces una auditoría? Ese es otro debate. Lo que ocurre es que a esa hora, con un país a la expectativa, no se puede dudar. Además, si hubiera tomado esa decisión no habría leído correctamente el resultado que obtuvimos. Llegamos entonces al 45% de los votos compitiendo contra Hugo Chávez. Yo era un líder regional. Hubo pueblos en los que ni siquiera me conocían. Teníamos un capital político importante. Pero el 14 de abril sí gané las elecciones. ¿Cuál fue mi reacción? Solicitar una auditoría. Si después de eso se refleja que Maduro ganó por un voto sería el primero en reconocerlo. ¿Pero cómo renunciar a mi derecho de auditar si tengo más votos a favor?
P. En su columna Moisés Naím habló del silencio de Brasil con respecto a lo que está ocurriendo en Venezuela. La presidenta Dilma Roussef recibirá a Nicolás Maduro en las próximas horas. Usted con frecuencia ha dicho que el modelo brasileño es una referencia. ¿Le decepciona que ella le haya dado el visto bueno a Maduro?
R. No personalizo el modelo brasileño en su presidenta. Quienes llevan las riendas de ese país son profundamente pragmáticos. Pareciera una política atada a la economía y no a los principios.
P. ¿Eso es una crítica?
R. Por supuesto, lo es. Siento que en Brasil hay instituciones sólidas como para que ellos pudieran respaldar lo que se acordó en Unasur poco después de los comicios del 14 de abril, en la cual Ollanta Humala, como presidente pro tempore del bloque, exhortaba a Venezuela a realizar la auditoría. Incluso hablaron de reconteo. El gobierno de ese país debería ser coherente con lo que ya aprobó.
P. El gobierno de Maduro luce a la defensiva, mientras que la oposición parece cuidar más que nunca su talante democrático y marca la agenda. ¿Usted cree que la oposición bajo su liderazgo ha logrado, después de casi tres lustros, tomarle el pulso al país?
R. Los sucesos de abril de 2002, incluido el golpe de Estado que derrocó al presidente Chávez, provocaron una ruptura que el gobierno ha tratado de mantener vigente desde entonces acusándonos de golpistas y traidores a la patria. Con eso tratan de tapar todos sus abusos, todas sus violaciones a la Constitución y sus acciones antidemocráticas. Costó mucho sacarnos de encima esa sombra. Por esa razón tratan de provocarnos para que retrocedamos hacia aquellos días, cuando la oposición no tenía agenda, foco, ni mucho menos unidad. Después del 14 de abril, y aprovechando que no reconocí los resultados, ellos nos provocaron para que yo condujera al país por ese camino. No mordimos ese anzuelo. Hoy el gobierno de Maduro se parece mucho a la oposición de 2002. Sin foco, ni agenda, ni liderazgo. No hay unidad. Eso es lo que veo ahora. El gobierno necesita de un evento violento que le permita ver cómo se cambia la agenda. Ya la oposición demostró, y el país lo debe tener claro, que nosotros somos demócratas, que nuestra vía es la electoral, que estamos trabajando por construir una mayoría, que hemos participado en las peores condiciones y enfrentado a todos los vicios.
P. ¿Ese aprendizaje de la oposición se pondrá a prueba ahora, especialmente si la lucha es larga?
R. Yo no visualizo una salida como consecuencia de una situación violenta. Me inscribo en la agenda de presionar sobre la base de acciones pacíficas. Creo que hay una confianza en la manera como hemos conducido este proceso. Porque además yo creo que el venezolano es pacífico y detesta la violencia. Nadie, fuera del gobierno, ha aplaudido la agresión ocurrida en el Parlamento el 30 de abril pasado.

El legado de Hugo Chávez


P. Este es el mejor momento para la oposición, pero si nos retrotraemos al día que murió Chávez era complicado vaticinar lo que ha ocurrido. Nadie apostaba un duro por una candidatura distinta a la del delfín del caudillo. ¿Dudó usted de tomar esa candidatura? ¿No era como ir al cadalso?
R. El 10 de marzo yo dejé muy claro lo que sentía. Nosotros rescatamos ese espíritu de lucha. Yo quería asegurarme de que hubiera una unidad absoluta en torno a mi candidatura para entonces aceptarla en caso de que me la ofrecieran. Se lo dije a Antonio Ledezma (alcalde metropolitano de Caracas). “Si tú no quieres que sea el candidato yo te apoyo, Antonio”. Yo hice consideraciones acerca del momento, de la situación, escuche a la gente que me decía que no era conveniente. Al final demostré que no era un asunto de cálculos individuales. Esto para mí son luchas heroicas y principistas.
P. Usted utilizó una estrategia distinta. No confrontó a Chávez, pero a Maduro no le dio cuartel.
R. Porque ya basta. Estos tipos fueron capaces de burlarse tres meses de los venezolanos. Estos señores le mintieron al país acerca del verdadero estado de salud del Presidente. Fueron capaces de salir por televisión a decir que el jefe del Estado se estaba recuperando. Que estaba en el gimnasio.
P. A más de dos meses de la muerte de Chávez, su agonía y enfermedad siguen siendo un misterio. ¿En su cruzada por la verdad un eventual gobierno suyo debería poner de relieve el verdadero alcance del padecimiento del Presidente y las verdaderas razones de su fallecimiento?
R. No será mi tarea, pero eso vendrá.
P. ¿Un gobierno suyo podría revelar ese secreto de Estado?
R. Esa no es una tarea de gobierno.
P. ¿Por qué no?
R. Como buen cristiano yo prefiero que a él se le dé cristiana sepultura. He sido absolutamente respetuoso de su memoria y del dolor de sus seguidores. Luego veremos si estamos o no en lo correcto. A veces hay que esperar un tiempo para que las verdades se conozcan. Habrá alguna revelación de alguna enfermera, de algún doctor.
P. ¿No hay demasiada indulgencia con la memoria de Chávez? Parece que ahora que no está sus adversarios lo exculpan de todo, especialmente de este crispado clima político que se vive en Venezuela, del patente odio entre chavistas y antichavistas
R. Yo creo que ese ciclo ya se cerró. La muerte de Chávez cerró un ciclo en el país.
P. Pero si no se discute será muy fácil idealizarlo
R. Yo tengo mis dudas. Pero si el país no ve nada mejor eso podrá pasar. Algunos idealizan en Venezuela a los ex presidentes Rómulo Betancourt o Carlos Andrés Pérez.
P. Ese es el riesgo de no discutir el legado con el pretexto de que hay que respetar al que ya no está
R. No digo que no se discuta. Tenemos el reto de mostrar que el país puede estar muchísimo mejor. La fortaleza de Chávez fue la comunicación con nuestro pueblo más humilde. Él le hizo creer a la gente que tenía poder para tomar decisiones. El país cambió para bien o para mal. Para algunos ha sido bueno, para otros ha sido malo. ¿Qué puedo yo decir? Que hay interés de una conciencia política. Algunos lo consideran bueno. Otros dicen que el país está saturado. A mí me parece positivo que la gente se involucre en la política.
P. El chavismo ha querido explicar su sorpresiva votación argumentando que usted se disfrazó de Hugo Chávez. ¿Qué significa para usted ese modelo del llamado Socialismo del Siglo XXI? ¿Se puede rescatar algo? ¿O todo hay que echarlo a la basura?
R. La fortaleza de Chávez fue, como ya lo he dicho, poner a lo social en primera fila. Y todo el debate futuro tiene que girar en torno a la pobreza y a lo social. Eso lo he reconocido desde siempre. El Presidente se equivocó en no cambiar la realidad del país a pesar de la inmensa bonanza petrolera que disfrutamos. Este país debería no solo haber reducido la pobreza, sino haber logrado lo que logró Brasil, que sacó de la pobreza a más de 30 millones de brasileños. ¿Cuántos venezolanos han salido de la pobreza? No se trata de responder cuántos venezolanos tienen dinero para comer o hacer mercado. La pregunta es cuántos venezolanos, sin depender del Estado, por sus propios medios, cuentan con un empleo digno que les permita decir que salieron de la pobreza.

La mediación internacional


P. Hay un escenario de ingobernabilidad en Venezuela avizorado por algunos países. El canciller español García Margallo se ha ofrecido como mediador. ¿Cómo vería usted esa mediación siendo una de las partes en conflicto?
R. Yo agradezco cualquier llamado a diálogo, pero ahora no veo la intermediación de otro gobierno. Preferiría que la Iglesia mediara debido a las profundas convicciones católicas del pueblo venezolano.
P. ¿Por qué desechar los buenos oficios?
R. Porque la gente podría preguntarse, por ejemplo, por qué España y no México. Busquemos entonces una institución con la cual todos podamos tener cercanía. Esa institución es la Iglesia católica, a la cual se podrían sumar los otros cultos. La reacción del gobierno frente a esas ofertas de mediación siembra aún más la duda sobre el resultado. Solamente reacciona así el temeroso.
P. Los jefes de las fracciones parlamentarias de la Mesa de la Unidad llevaron una carta a la sede de la OEA para que se active la Carta Democrática Interamericana. La Secretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson, aseguró que están en juego” la garantía de las prácticas democráticas en Venezuela” consagradas en ese mismo instrumento ¿Están dadas las condiciones para que se invoque ese instrumento?
R. Si ustedes se leen ese documento advertirán que la Carta Democrática Interamericana establece que se deben celebrar elecciones libres, sin coacción. La intención de que se active busca avalar que se celebren en Venezuela nuevos comicios en nuevas condiciones: que no haya voto asistido, que el partido de gobierno no instale puntos de control a las puertas de los centros de votación, que no se amedrente a nuestros testigos y que haya una verdadera observación electoral, que es distinto a la figura de los acompañantes internacionales planteada por el CNE.
P. ¿Usted pudiera desistir de su reclamo si comprueba que eso traería consecuencias negativas para la gobernabilidad del país?
R. Eso sería un chantaje. Si cedo frente a la mentira mañana tendré que ceder frente a un gobierno que fabrica mentiras para juzgarte. Mi lucha no es violenta. Tengo el gran reto de derrotar la mentira con la verdad, pero imponer la verdad de forma pacífica. Lo voy a lograr en este mundo moderno, globalizado. Me atrevo a apostar que será así. Si yo claudico en el ejercicio legítimo de un derecho, mañana ustedes no podrán venirme a entrevistar. Esto es una lucha de principios. Yo ahí me la juego completa. Prefiero retirarme de la política antes que ponerme de rodillas. Tenemos que aprovechar esto que hemos construido para convertirnos en una nueva fuerza en América Latina. A través de nosotros este continente no seguirá la ruta de cambiar la Constitución para reelegirse en el poder, seguida por Bolivia o Ecuador, el club de amigos de Venezuela. Yo tengo la posibilidad de ser un nuevo referente en el continente para que no se llene de gobiernos reeleccionistas.


Tomado de ElPais
Fecha: 9 de mayo de 2013

6 may 2013

¡Respete al barrio, sr. Maduro! Por Jesús "Chuo" Torrealba


Los venezolanos ya sabíamos que el ocupante temporal de Miraflores tiene algunas limitaciones, como no saber con precisión cuales son los estados del país, condición que compensa con habilidades sorprendentes, como la de hablar con los pájaros.

Lo que no sabíamos era que compartiese prejuicios clasistas, como el de asumir que quienes vivimos en los barrios somos dados a resolver a puños nuestras diferencias. De la lucha contra los prejuicios trata, pues, este texto

“Ustedes saben que nuestros diputados vienen de barrios, de la calle y mueven las manos muy rápido“.

Con esas palabras, dichas el pasado viernes 3 de mayo en una asamblea con trabajadores del Metro de Caracas, intentó explicar el señor Nicolás Maduro Moros -presidente proclamado por el Consejo Nacional Electoral- su versión de los bochornosos hechos de violencia ocurridos en la Asamblea Nacional el pasado martes 30 de abril, que dejaron como saldo siete diputados heridos, TODOS pertenecientes a la bancada opositora. Maduro afirmó que la violencia fue “provocada y planificada por la oposición” y, ante la realidad de que los únicos heridos en la refriega fueron aquellos que el señor Maduro acusó de haberla “planificado”, la única explicación que dio fue que eso ocurrió porque los parlamentarios de su tendencia son de “la calle, de barrio y mueven más rápido las manos”.

Insulto al 54% de los venezolanos

 No vamos a referirnos aquí a lo ocurrido en la sede del muy disminuido poder legislativo venezolano, primero degradado de parlamento a cuartel y luego degradado más aun, a la infame condición de paraje de emboscadas. Ya el país y el mundo entero vieron lo que ocurrió pues, pese al bloqueo informativo oficial, los videos tomados con los teléfonos celulares de las víctimas permitieron establecer con precisión quienes fueron los agresores y, en consecuencia, quienes son hoy sus alcahuetes. Eso ya es materia sabida. Lo que si nos interesa alertar, destacar y denunciar es el carácter clasista, descalificatorio e insultante que para todo el pueblo venezolano, y en particular para ese 54 % de compatriotas que vivimos y luchamos en los barrios, tienen las lamentables declaraciones del señor Maduro Moros.

En efecto, ¿a cuenta de qué ese señor viene a justificar las presuntas habilidades belicosas de sus compañeros de partido diciendo que ellos son así (violentos, agresivos, sujetos que “mueven más rápido las manos”) porque supuestamente “son del barrio”? ¿De dónde saca Maduro Moros que “ser del barrio” es sinónimo de peleador callejero? ¿Qué lo autoriza a utilizar nada más y nada menos que la temporal investidura de Presidente de la República y los micrófonos del canal del Estado para reproducir y reforzar los prejuicios clasistas de que hemos sido víctimas por décadas los habitantes de los barrios, al presentarnos a todos como “malandros”, “pendencieros” o “matones”?

Desmontando falsedades

La falsedad de tales prejuicios está más que demostrada por la etnografía, la sociología, la economía y hasta por la estadística. Empecemos por esta última: De acuerdo al último Censo de Población y Vivienda, la población de Venezuela se aproxima a los 30 millones de personas. Según proyecciones basadas en cifras del Consejo Nacional de la Vivienda, aproximadamente un 54 % de la población venezolana vive en estos “desarrollos habitacionales no controlados” conocidos como en nuestro país como “barrios”. Del cruce de estos dos datos podemos extraer que en barrios viven unos 16,2 millones de venezolanos. Por otro lado, estimaciones hechas por expertos criminólogos (Fermín Mármol García y Javier Gorriño, entre otros) ubican en 180 mil la cantidad de delincuentes violentos en nuestro país, organizados en unas 18 mil bandas. Estos números son de mucha utilidad porque en el supuesto negado que TODOS los delincuentes de este país vivieran en barrios, eso sólo revelaría que el 98,9 % de los habitantes de los barrios son gente honesta, y que apenas un 1,1% de esa población estaría integrada por transgresores de la Ley. Quizá sea muy complicado para quienes “ahora y mientras tanto” están en el poder, pero el resto de los venezolanos pueden corroborar estos datos haciendo una sencilla regla de tres.

Esta contundente realidad estadística nos coloca frente a otra no menos contundente realidad económica: Este país podría vivir tranquilamente sin boliburguesía (ese sector social que ni aporta fuerza de trabajo ni aporta capital a la actividad productiva, sino que amasa fortunas gigantescas gracias a estar bien “enchufados” en el poder político), pero Venezuela sería absolutamente inviable desde el punto de vista económico sin el músculo productivo y sin la capacidad de consumo que reside en los barrios.

Cinismo justificador

Desde el punto de vista antropológico, sociológico y etnográfico la evidencia también desmiente al prejuicio madurista sobre que “ser del barrio” es sinónimo de “ser violento”: Todas las miradas desde esas disciplinas revelan que los barrios fueron en su origen espacios de transición creados por humildes venezolanos que vinieron a las ciudades huyendo del hambre y de las enfermedades que azotaban el interior del país, y que con trabajo honesto financiaron los estudios de sus hijos para de esa manera crear la columna vertebral de lo que hoy es la clase media venezolana.

Una cosa si es cierta: Si el empleo privado sigue disminuyendo y el empleo público sigue precarizándose; si las instituciones siguen desdibujándose y la impunidad sigue campeando; Si estar “enchufado” sigue siendo más lucrativo que ser productivo, si se sigue atentando desde el poder contra la cultura del trabajo y si la ley sigue siendo no una garantía para la convivencia sino un garrote para la disidencia, entonces si es verdad que no solo los barrios sino todo el país será pasto de esa indeseable violencia que hoy el ocupante accidental de Miraflores justifica con cinismo. Por eso es que todos, chavistas y caprilistas, están obligados a entenderse para darle un parao a la inmadurez hecha gobierno. “Hay que mover las manos rápido”, no para golpear a nadie, sino para construir una patria en que esta violencia absurda sea impensable.

Y los primeros que deseamos esto somos, precisamente, la gente del barrio, que ya estamos hartos de la violencia y de los violentos.

Jesús Chuo Torrealba | @ChuoTorrealba
Tomado de DiarioLaVoz

“La hora loca del parlamento” Por: Mario Villegas


Ciertamente lo que estamos viendo en el Capitolio Federal es la hora loca del parlamento venezolano. Pero no me refiero al episodio en el que un grupo de diputados opositores hizo tronar en el hemiciclo sus pitos, cornetas, maracas y bubuzelas, lo cual les costó salvajes agresiones físicas a varios de ellos.

Me refiero a esta larguísima hora loca que arrancó desde que en 2005 la oposición cometió el error de abstenerse de participar en las elecciones legislativas, con lo cual el chavismo se apropió en su totalidad del Poder Legislativo y, por intermedio de éste, del Poder Judicial, del Poder Ciudadano y del Poder Electoral, todos teledirigidos desde el Poder Ejecutivo.

Cuántas cosas han ocurrido a partir de entonces. Desde las incontables y arbitrarias reformas al reglamento interior y de debates de la Asamblea Nacional, pasando por las designaciones preferentemente rojas rojitas de magistrados judiciales, rectores electorales, contralor general, fiscal general y defensor general; la permanente cesión al presidente Hugo Chávez de las facultades legislativas a través de sucesivas leyes habilitantes, el recorte de las sesiones a una vez por semana, la exigua producción legislativa, la renuncia, las facultades contraloras.

El allanamiento exprés de inmunidades parlamentarias, la recurrente violación a la contratación colectiva y libertades sindicales del personal de la AN, el florido nepotismo laboral, las corruptelas, la sanción de leyes inconstitucionales, el desconocimiento e irrespeto a la más elemental técnica legislativa.

La juramentación de las autoridades parlamentarias ante presuntos voceros del poder popular cuando realmente es el cuerpo legislativo el más fiel representante de la voluntad soberana del pueblo, la expulsión de los periodistas del hemiciclo parlamentario y del palco de prensa, el manejo discriminatorio y antiético del canal televisivo de la AN.

La manipulación arbitraria del orden del día y del derecho de palabra de los parlamentarios según su inclinación política, el saboteo de las intervenciones a los diputados de oposición, hasta el ingreso programado de barras chavistas destinadas a insultar a parlamentarios no afectos al gobierno, configuran, entre otras, una sucesión de síntomas que evidencian el grado de desequilibrio que viene padeciendo ese corazón de nuestra democracia que es el parlamento nacional.

Como ahora, para complemento, al muy cuerdo presidente de la AN se le ha ocurrido negarles totalmente el derecho de palabra, los diputados y diputadas opositores desplegaron el martes una pancarta y desataron su sonora protesta. La acción despertó la ira de varios tonton macoutes oficialistas que, haciendo honor a sus chapas e inmunidad parlamentaria, le pusieron fuerza bruta y color de sangre al más reciente capítulo de esta interminable hora loca parlamentaria.

Tomado de Noticias24

3 may 2013

Asamblea: Circo de la barbarie Por FERNANDO RODRÍGUEZ

Lo que ha venido sucediendo en la Asamblea Nacional es espantoso, después de la decisión del Teniente Cabello de negar el derecho de palabra a los diputados que no precedieran su intervención con una especie de letanía que podría ser del siguiente tenor: Creo que Hugo Chávez es el Cristo de los pobres, que Nicolás I es su legítimo sucesor y Diosdado Cabello, refinado caballero, su ahijado preferido.

La humillante solicitud del teniente evidentemente no tiene ningún asidero legal ni racional, seguramente producto de esa aversión a los libros que acaba de confesar su conmilitón de la patria grande Evo Morales y a los toscos modales que muchos adquieren en el cuartel.

Un diputado, aun un ciudadano cualquiera, en democracia, tiene derecho a poner en cuestión la validez de un acto electoral si así se lo dicta su conciencia, sin que por ello tenga que perder alguno de sus derechos. De lo contrario pasarían impunes todos los fraudes que en el mundo han sido, tantos.

Todavía más cuando cursa, por vías perfectamente legales, un cuestionamiento de dicho proceso, lo que obliga a quienes lo apoyan al menos a suspender su juicio hasta que éste se complete. Condicionar entonces el derecho a hablar, en un sitio destinado por naturaleza a hablar, a esa especie de auto de fe inquisitorial y policial es de un despotismo y una vulgaridad inigualables.

Ante semejante despojo la fracción opositora no podía sino mostrar su inconformidad y reivindicar sus inalienables derechos y eso hizo, valiente y dignamente.

Pero lo que sucedió el martes, y que ya venía sucediendo en menor escala, supera lo acaecido en ese Parlamento posiblemente desde el fatídico 24 de enero de 1848, "el asalto al Congreso", y mira que han sucedido cosas, trompadas e insultos a granel incluidos, en ese hemiciclo por donde han pasado las mentes más preclaras y los peores malandrines políticos del país.

La presencia de una humilde pancarta, que llamaba golpe al Congreso el ominoso silencio impuesto por el teniente, y que era la única manera de expresarse de los enmudecidos diputados, fue la excusa para que se arremetiera en masa, rodilla en tierra, contra los opositores y se dañara físicamente a por lo menos siete de ellos; según María Corina Machado bajo la cobarde, por oculta, orquestación de Pedro Carreño, jefe de fracción y otro distinguido producto de la casa de los sueños azules, y la indiferencia y hasta las risitas del Teniente-Presidente.

Hubo contusos de consideración en la dantesca batalla, donde participaron también esbirros y empleados de la gloriosa ágora del pueblo. Una verdadera vergüenza que hay que mostrar a todos los venezolanos y en el extranjero, en especial en los Parlamentos.

La fracción opositora juró no rendirse. Maduro, cantinfleando como siempre, acusó a la oposición de provocadora pero dijo, ¡atención!, que le ordenó a Cabello que eso no se repitiera, lo cual aceptó.

A pesar de las flagrantes y abundantes imágenes recogidas y la elemental lógica de los hechos el gobierno mentiroso, muy mentiroso, da su versión de paz y tolerancia. Nadie se la creerá, por supuesto.

Pero sí quedan algunas preguntas que se han formulado ya: ¿Se trata de un acto producto de la bestialidad innata y el terror ante una impugnación de posibles efectos demoledores? ¿O se trata de una hipérbole de violencia de Cabello para hacer tambalear aún más el gobierno de Maduro, que por cierto estaba en esos momentos en el Cirque du Soleil deslumbrado viendo, con mucho amor, tanta belleza? Seguir el asunto.

Tomado de TalCualDigital
Caracas 02/05/2013

Dividir Venezuela Por Laureano Márquez


Buscándole salidas a este atolladero, una opción podría ser dividir a Venezuela en dos mitades: una mitad para los que estamos equivocados y otra mitad para los que transitan el camino correcto. Podríamos tomar como modelo la división de Alemania luego de la segunda guerra mundial. Los que estamos con el imperio nos vamos para un lado, los patriotas que no se someten a ningún país extranjero se van para el otro. El punto está en como dividirnos el territorio, para que la riqueza se reparta equitativamente. Lo bueno que tiene Venezuela es que no hay lado malo, al menos en lo que no tiene que ver con nosotros, los ciudadanos. El territorio es todo él espectacular, donde no hay petróleo hay oro, donde no, hierro, o playas maravillosas, o ríos caudalosos capaces de producir energía hidroeléctrica para exportar (a la otra Venezuela). Lo que a mí si me gustaría es que en mi lado tocara Mérida, por aquello de la "calidez del frío". Las dos Venezuelas a deberían tener salida al mar, porque si no ese será el primer motivo de conflicto bélico. ¿Ustedes se imaginan las noticias de un conflicto bélico entre las dos Venezuelas? Seria algo así:


" ...según los últimos reportes de nuestros corresponsales, ambos ejércitos se encontraron cerca del paso fronterizo del túnel de La Cabrera. Los de acá trataron de volar el puente, pero se dieron cuenta de que la ineficiencia nacional ya lo había destruido. Ambos ejércitos trabaron contacto en la zona del Campo de Carabobo, donde nació la Venezuela que acababan de destruir. Como la mayor parte de los soldados pertenecían a familias divididas por el conflicto, a escondidas de los comandantes, se reunieron para preguntarse unos a otros cómo estaban por la casa y qué era de la vida de la familia que quedó en otro lado. Ya que estaban en eso, soldados de ambos bandos llevaron unas cervecitas para salpicar el encuentro (justo es reconocer que en una de las pocas cosas en las que hubo consenso fue en el reparto de la compañía productora de cerveza, lo que muestra que por más cruentos que sean los conflictos, al final la humanidad se impone)...cuando llegó el momento de la confrontación, ambos ejércitos estaban trancados en una partida de dominó, lo que obligo a suspender, hasta nuevo aviso, la batalla"
Naturalmente, como hicieron con la ciudad de Berlín, Caracas debe ser dividida, como con el resto del país la división será este-oeste. Un muro debe construirse para separar las dos mitades y sería hermosamente emblemático que el muro divisorio pase por la Plaza Venezuela. Es justo que la Ciudad Universitaria, patrimonio de la UNESCO, aunque no lo sea nuestro, quede picada por la mitad: media Aula Magna, medio estadio de béisbol, que tendrá una reglamentación especial para que puedan ambos venezolanos disfrutar de la temporada que enfrenté al Caracas del oeste contra el Magallanes del este.

Obviamente nuestra música debe actualizarse. A la canción de Ilan que dice "voy de Petare rumbo a La Pastora", habrá que añadírsele:
"Voy de Petare
rumbo a La Pastora
y ya saqué mi pasaporte
en mi SAIME o mi ONI-DEX"

Lo mismo, lógicamente, con nuestro himno, cuyo coro quedaría así:
"Gloria a los bravos pueblos
que los yugos lanzaron,
las leyes respetando
las virtudes y los honores"

¿Nos merecemos esta división? ¿Somos acaso dos Venezuelas? Triste sería que cobrara vida entre nosotros el conocido poema de Machado:
Venezolanito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Venezuelas
ha de helarte el corazón.

Publicado en el diario TalCual el viernes 03 de mayo de 2013
Tomado de LaureanoMarquez.com

1 may 2013

En el día del trabajador: Esta es mi lucha

1° Mejoras salariales de al menos 40% (como nos ofreció Capriles) en TODOS los niveles y no el triste 20% en el sueldo mínimo que ya se lo comió el 40% de devaluación que nos metieron en enero
2° Que cese la persecución política de empleados públicos y los despidos injustificados a los que votaron por la opción del progreso
3° Que se mejoren las políticas económicas para que la inflación no se coma nuestros sueldos
4° Que se generen más fuentes de empleo y se deje de perseguir y llevar a la quiebra a los inversores y empresarios
5° Que se favorezca la producción nacional para que los precios de lo que consumimos no dependan casi al 100% del dólar
6° Que mientras eso suceda, las empresas puedan tener todos los dólares necesarios para comprar materias primas e importar lo necesario.
7° Seguridad personal para mi y mi familia. No quiero ser una víctima más del hampa.

En fin, Maduro demostró con su elección de gabinete y su discurso en todos estos meses desde que está en el poder, que lo que necesitamos es un gobierno diferente ya que éste ha demostrado que piensa seguir la misma política de los 14 años anteriores.

Capriles afirma que el tema de la impugnación acabará seguramente en instancias internacionales Por: Ana Vanessa Herrero


Foto: Mariely Márquez/Noticias24
(Caracas, 27 de abril – Noticias24) No había tiempo estimado para la conversación y la espera fue más que recompensada, porque a pesar de las entrevistas que ha ofrecido antes, Henrique Capriles no ha sido tan cercano y tan claro como en esta.
Desde el Comando Simón Bolívar, hablo sobre el TSJ, las elecciones y sobre el presidente Chávez, dejando un mensaje que resume su lucha, como él mismo la ha llamado: “La justicia, a veces, tarda un poquito, pero soy de los que cree que siempre llega”.
Sencillo, como siempre. Un pantalón marrón, de esos que aguantan todo, sus zapatos de goma, una chaqueta con un diseño que ha enamorado a muchos y la famosa gorra de la discordia; así recibió el excandidato presidencial al equipo de Noticias24.
“Lo sabemos porque yo estaba viajando a Perú; es lo que yo estaba hablando con gobiernos de otros países, que se haga una auditoría (…) eso es lo que se hace en una democracia”. Sin embargo, tras más de una semana de tal declaración por parte del CNE, Capriles dio un ultimátum indicando que no participarían en auditorías “chucutas” y que el próximo paso sería impugnar las elecciones. Pero la pregunta que muchos se hacen es ¿cómo impugnar ante instancias que la propia oposición ha dicho no reconocer?Activo, así comenzó una conversación que duraría casi una hora, el día viernes 26 de abril en horas de la tarde. En un clima de lluvia y tensión a 12 días de las elecciones que dieron como ganador a Nicolás Maduro, a la espera de un pronunciamiento del CNE que hasta ahora no ha llegado. “La información que tenemos en este momento es que el CNE quiere convertir la auditoría en una conciliación bancaria (…) números aquí; números allá (…) sin ver el cuaderno (…) eso no es una auditoría”. Sobre esa base, Capriles aseguró que “el Gobierno mintió” no solo a los venezolanos, sino también a otros países, pues según la información que maneja, en la sesión de la Unasur se iba a emitir un documento exhortando al Gobierno a hacer un reconteo, que fue cambiado al final tras las declaraciones de Tibisay Lucena aceptando la petición de la oposición.

La impugnación

“La posición ha sido la misma desde el día 14 de abril. Nosotros sabemos cuántos votos obtuvimos”, explicó con la firmeza del discurso que lo ha caracterizado desde las últimas elecciones y que confirma el crecimiento en cuanto a comunicación política del que muchos analistas hablan. Él no cree que haya recibido un resultado distinto, la duda viene sobre los votos que recibió Maduro.
Habló de firmas planas y de cuánta gente votó dos veces. En una mesa en Delta Amacuro, por ejemplo, hablando del proceso anterior, hubo más de 60 votos donde no se pudo confirmar la huella y la explicación que dio el CNE es que en tal sitio esas personas no tenían brazos: “Es decir hubo 60 personas sin brazos en esa mesa (…) cuesta creerlo ¿verdad?”.“Lo que se trata es ir a los instrumentos de votación y confirmar el resultado”. Todo, para la oposición, está en los cuadernos de votación. Para ellos, esa es la herramienta necesaria y sobre la cual no cabe negociación posible.
Pero la realidad es que el ente electoral, y esa es la información que manejan, no accederá a las condiciones previstas por la MUD. “La justicia a veces, tarda un poquito, pero soy de los que cree que siempre llega. A veces se encuentra con obstáculos, pero siempre llega”, comentó mientras se le cuestionaba sobre impugnar unas elecciones que ellos mismos calificaban como manchadas ante una instancia que han venido criticando desde el pasado, por lo poco, 10 de enero.
“Esa es la lucha que hemos estado dando desde hace buen tiempo; cómo tener un país con instituciones que no estén parcializadas. Aquí estamos luchando para que el sistema democrático funcione. Eso era lo planteado. Tal vez estaban tratando -el CNE- de resolver la coyuntura del jueves, tratar de que hubiese una juramentación sin gente protestando (…) bueno nosotros aceptamos porque queremos tratar de resolver la crisis políticas del país”.
“Todas las burlas en el país tienen un costo, si no que lo diga Nicolás Maduro”, dijo haciendo referencia a “cómo acabó con el legado” político de Hugo Chávez. Para él, Luisa Estella Morales no debe hacer parte en el proceso que se iniciará, como tarde, la semana que viene.“Nosotros creemos que el Tribunal Supremo se ha convertido, en sus decisiones, en el Tribunal del Gobierno,pero la institucionalidad, la legalidad, hay que agotarla para luego ir a instancias internacionales. ¿Qué decimos de entrada? que todas las pruebas van a ser del conocimiento del país”. La fórmula que plantea es mostrarle a la gente las pruebas que manejan desde la oposición y el expediente que van a consignar, para de alguna manera comparar los hechos que manejena con la decisión que será tomada.
“La doctora Morales tiene que abstenerse, ella no puede participar en esa decisión porque esa Magistrada ha tenido una opinión claramente parcializada”. Si lo hace, según Capriles, será recusada.
“¿Que esto vaya a terminar en organismos internacionales? Todo indica que sí,que esto va a recorrer el mundo”. Como también lo hará, dijo, la información que tienen sobre supuestos abusos a los derechos humanos y sobre las “amenazas fascistas de ministros”, haciendo referencia a las declaraciones de Ricardo Molina que causaron revuelo en el país.
Dijo que cada día está más convencido de que “cada cosa que hace el grupito de los enchufados”, lo que hace es aumentar el “capital político” de quienes construyen la alternativa al actual Gobierno.Mencionó también los votos que obtuvo por parte del chavismo, asegurando que “todo esto pudimos lograrlo y hemos llegado hasta acá porque hemos participado y porque hemos entendido que con el voto debemos luchar”.“El expediente hay que armarlo completico y hacerlo de caras a los venezolanos, porque eso nos va a permitir ser más fuertes”, aseguró. “¿Y más débiles ellos?”, preguntamos. “No diría eso, pero el costo político de la trampa (…) creerte que te sales con la tuya y creer que no habrá costo (…) por supuesto que lo tiene”.
“No se trata de ir y votar sino acompañar todo el proceso. En cada proceso electoral estamos más preparados, más activos, más vigilantes (…) aquí vendrán unas nuevas elecciones (…) si la verdad se impone en un país que la clama (…) hacia allá va este proceso”.

El 7 de octubre: Maduro no le llega ni al tobillo al presidente Chávez

“Si el presidente estuviera vivo fuese otra la realidad”, aseguró el actual Gobernador de Miranda recordando los pasados comicios electorales. “Hubo gente que me criticó porque fui muy rápido reconociendo los resultado”, señaló, algo que además saben muchos en el país. Y los reconoció porque, a pesar de reconocer que hubo irregularidades en el proceso, estas no abarcaban un universo de electores que pudieran darle la vuelta al resultado que ratificó a Chávez para un tercer mandato. “Entonces, Presidente, usted ganó. Yo era un líder regional, competí contra un liderazgo nacional, un liderazgo”.
“La vida nos da oportunidades, pasó todo esto, la enfermedad y el fallecimiento del Presidente.Nosotros asumimos un periodo constitucional de 6 años del presidente Chávez, y una vez que fallece, el escenario es otro. Maduro no le llega ni al tobillo al presidente Chávez. No sé qué fue lo que imperó ahí, ahí no hay liderazgo, y la debilidad muestra su peor cara”.

“Yo creo que este país cambió a partir del 14 de abril”
, continuó, pero rápidamente interrumpimos la respuesta: “¿O desde la muerte de Chávez?”. Alargando un poco sus palabras, en un gesto típico de cuando no se está del todo de acuerdo con lo expuesto, explicó que “son escenarios (…) aquí hay un nuevo escenario político en el país después del 14 de abril. Quienes no tiene liderazgo, pretenden desconocer (…) que la mitad del país no acompañó a ese candidato. Creo que algunos no saben lo que son dos mitades, creen que una mitad mayoritaria y una minoritaria”, aseguró riéndose. “Bueno son las confusiones de algunos en el manejo del lenguaje (…) unas cosas que hemos visto en esta campaña que nunca habíamos visto. No conocer, por ejemplo, ni siquiera la geografía del país. Barbaridades que vimos durante la campaña. ¿Qué debería hacer el que está hoy en esa posición? reconocer que la mitad del país no lo acompañó”.Actualmente, en Venezuela la palabra fascista ha servido para señalar a un sector y a otro, pero para él, “Cuando revisas y lees lo que es el fascismo y revisas los antecedentes, dices que estos son unos fascistas. Persiguiendo amenazando, persiguiendo a periodistas, a medios de comunicación”.
“Una cosa es llegar con la mitad de los votos y otra cosa es tener la mitad del país en contra. Yo creo que o ellos recapacitan o el tiempo de este gobierno, más allá de la discusión electoral, tiene contado sus días. Aquí van a tener que venir unas nuevas elecciones; ¡Ojo! En el marco de la constitución.

Una democracia maltratada

“No juego al rol de víctima. Ahora, la campaña feroz, infame, de tratar de destruirme está a la vista. La propaganda política, el uso de todo el poder del estado para destruirme (…) ¿Las amenazas? ¿Me van a abrir un juicio por defender la voluntad popular? ¿Los derechos de los venezolanos? ¿Ese es el costo? Yo sí tengo la conciencia tranquila, habría que preguntar si ese grupito de enchufados la tiene”.
Esta fue la respuesta de Capriles ante las declaraciones que miembros del Gobierno Nacional han hecho sobre una posible imputación, que lo llevaría a la cárcel. Él ya estuvo ahí, acusado por ser partícipe del asedio a la Embajada de Cuba durante el golpe de 2002. Pero las circunstancias ahora son diferentes y el discurso se ha agudizado en su contra y esto responde, según Capriles, a un solo factor: “Allá no hay liderazgo”.
“La vedad es lo más poderoso a lo que uno puede abrazarse. Nadie me va a sacar de esta lucha que hemos emprendido y que la hemos construido con mucho esfuerzo. Eso es lo típico de los regímenes fascistas, de los mentirosos, que pretenden escaparse de la realidad que tienen en frente”.
Desde que se abriera la posibilidad del encarcelamiento, al menos una posibilidad expresada a través del verbo, muchas han sido las reacciones de los afectos al excandidato y actual líder de la oposición. En las redes sociales, por ejemplo, algunas etiquetas se posesionaban como TT en Venezuela, mostrando su apoyo.
“El Gobierno puede decidir lo que quiera hacer, yo no creo que la reacción que genere sea buena, yo estuviera en los pantalones de ellos y no me iría por ahí. Yo abriría el libro (…) Es muy burdo no abrir los cuadernos de votación, cuando ves que no lo hacen, es porque algo están escondiendo”.
Reiterando su llamado a la paz y asegurando que nunca ha hecho un llamado a la violencia, Capriles ratificó que este miércoles 1 de mayo se mantiene el llamado a una movilización pacífica y que no será retirada, como ocurrió con aquella que planeaba llegar al CNE. “El gobierno tiene que entender que esto es el ejercicio legítimo de un derecho y que los derechos no se negocian”, dijo, aunque destacó que el trabajo ahora está en organizar los puntos de la ciudad para que no ocurra un encuentro desafortunado entre ambas concentraciones
Y ante este panorama, la pregunta no solo es obligada, sino tal vez obvia: para Henrique Capriles, ¿Hay democracia en Venezuela?
“Yo siento que está muy maltratada, no es plena”, dijo, mientras nosotros replicamos que si no es plena entonces no existe. Pero rápidamente explicó lo que hay detrás de sus palabras: “No puedes englobar todas las actuaciones. Por ejemplo, aquí estoy dándote esta entrevista y tú la publicarás. Yo puedo expresarme libremente contigo, pero también se de casos en donde el Ministro de Comunicaciones, este policía que ahora hay en el sector de comunicaciones del Gobierno, este caballero que está ahí, llama y presiona a periodistas y medios, eso no es democracia”.
“Tendríamos que calificar cada actuación y tildarla de si es o no, por eso te digo que la siento maltratada. Y aquí estamos para fortalecer nuestra democracia (…) Para que haya justicia, porque justicia y democracia van unidas. Para que haya plena democracia tiene que haber justicia y la justicia es darle a cada quien lo que es suyo“.


Tomado de: Noticias24
Publicado el 27 de abr de 2013 6:30 pm

La represión no es el camino Por Xabier Coscojuela


Nicolás Maduro va mal.  Comenzó su presidencia con una brutal represión y parece que decidió proseguir por ese camino.  El sábado su ministro del Interior le montó una trampa, una emboscada, al general retirado y activista de Voluntad Popular Antonio Rivero, a quien invitó a conversar y lo metió preso.

Para hoy está citada Rocío San Miguel a la Fiscalía, despacho encabezado por Luisa Ortega Díaz y que se ha hecho la vista gorda, una vez más, con las violaciones de los derechos humanos ocurridas en estos días, como los maltratos dados a los jóvenes detenidos en Barquisimeto a quienes obligaban a gritar consignas en favor del gobierno, luego de darles una buena ración de palos.

La ratificación en su cargo del ministro de Vivienda Ricardo Molina no se puede interpretar sino como un espaldarazo a la discriminación política que se viene adelantando en diferentes entes de la administración pública.  Su silencio ante las declaraciones de la Fosforito abonan en la senda represión.

Estas actuaciones contradicen lo que hace pocos días pidió Maduro a quienes no votaron por él.  Dijo en cadena de radio y TV que le dieran un chance para gobernar.  Solicitaba una especie de voto de confianza.

La verdad que es difícil concederle tal petición a una persona que en el lapso que lleva gobernando miente con tanta recurrencia.  Nunca dijo la verdad sobre el estado de salud de Hugo Chávez.  El 14 de abril se comprometió ante el país a que se realizaría la auditoria a los votos emitidos por los ciudadanos y después se negó de plano a través de sus compañeras del CNE.  Antes había negado una devaluación del bolívar y ya lleva dos.

En todo caso para que reciba tal oportunidad debería comenzar por ordenarle a Tibisay y sus compinches que hagan la auditoria como es debido y despejen todas las dudas que tienen incluso muchos de los que votaron por el heredero.  En el caso de que la referida auditoría lo confirme como presidente, Maduro debería tomar como interlocutor a Henrique Capriles, que es el líder de la oposición y representa a la mitad del país, así no le guste al chavismo.

Otro paso vital que debería dar el heredero es hacer que en la Asamblea Nacional las propuestas de los diputados de la MUD sean tomadas en cuenta, pues también dichos parlamentarios representan más de la mitad del país (52%), según los votos del 2010, aunque el número de sus curules sea muy inferior a los que deberían corresponderles gracias a las triquiñuelas hechas por el ente electoral.

Buscar que el Tribunal Supremo de Justicia sea un poder equilibrado y que no se emplee para perseguir a la disidencia política, lograr que la Fiscalía actúe con imparcialidad y que la Defensoría se ocupe de defender a todos los ciudadanos y no sólo a los militantes del PSUV, serían hechos concretos que abonarían en pro de un país más equilibrado, democrático y que se movería dentro de lo establecido en la Constitución.

En cuanto a la economía, le sugerimos consultar con todos los sectores del país y buscar los consensos necesarios para sacar al país del atolladero, situación de la que es corresponsable el propio heredero por acción y por omisión.  Si Maduro quiere un chance, tiene cómo lograrlo.

Editorial Diario Tal Cual - 30 de abril
Tomado de Towelto

Extractos 1984 - George Orwell

En este momento me encuentro leyendo el libro 1984 de George Orwell y son increíbles las analogías que he hallado entre esta novela de ciencia ficción, escrita hace 64 años, sobre una sociedad en decadencia, de tiranía, represión, etc que existe en el año que le da título a la obra y la realidad que vivimos los venezolanos desde hace unos años, con el gobierno "revolucionario" del "Socialismo del siglo XXI" Aquí les dejo uno de los trozos que más me impactó para que ustedes mismos generen su opinión al respecto.
Durante todo el tiempo de que se tiene noticia, probablemente desde fines del período neolítico, ha habido en el mundo tres clases de personas: los Altos, los Medianos y los Bajos. Se han subdividido de muchos modos, han llevado muy diversos nombres y su número relativo, así como la actitud que han guardado unos hacia otros, han variado de época en época; pero la estructura esencial de la sociedad nunca ha cambiado. Incluso después de enormes conmociones y de cambios que parecían irrevocables, la misma estructura ha vuelto a imponerse, igual que un giroscopio vuelve siempre a la posición de equilibrio por mucho que lo empujemos en un sentido o en otro. (...)
Los fines de estos tres grupos son inconcebibles. Los Altos quieren quedarse donde están. Los Medianos tratan de arrebatarles sus puestos a los Altos. La finalidad de los Bajos, cuando la tienen —porque su principal característica es hallarse aplastados por las exigencias de la vida cotidiana—,consiste en abolir todas las distinciones y crear una sociedad en que todos los hombres sean iguales. Así, vuelve a presentarse continuamente la misma lucha social. Durante largos períodos, parece que los Altos se encuentran muy seguros en su poder, pero siempre llega un momento en que pierden la confianza en sí mismos o se debilita su capacidad para gobernar, o ambas cosas a la vez. Entonces son derrotados por los Medianos, que llevan junto a ellos a los Bajos porque les han asegurado que ellos representan la libertad y la justicia. En cuanto logran sus objetivos, los Medianos abandonan a los Bajos y los relegan a su antigua posición de servidumbre, convirtiéndose ellos en los Altos. Entonces, un grupo de los Medianos se separa de los demás y empiezan a luchar entre ellos. De los tres grupos, solamente los Bajos no logran sus objetivos ni siquiera transitoriamente. Sería exagerado afirmar que en toda la Historia no ha habido progreso material. Aun hoy, en un período de decadencia, el ser humano se encuentra mejor que hace unos cuantos siglos. Pero ninguna reforma ni revolución alguna han conseguido acercarse ni un milímetro a la igualdad humana. Desde el punto de vista de los Bajos, ningún cambio histórico ha significado mucho más que un cambio en el nombre de sus amos.
Los fines de estos tres grupos son inconcebibles. Los Altos quieren quedarse donde están. Los Medianos tratan de arrebatarles sus puestos a los Altos. La finalidad de los Bajos, cuando la tienen —porque su principal característica es hallarse aplastados por las exigencias de la vida cotidiana—,consiste en abolir todas las distinciones y crear una sociedad en que todos los hombres sean iguales. Así, vuelve a presentarse continuamente la misma lucha social. Durante largos períodos, parece que los Altos se encuentran muy seguros en su poder, pero siempre llega un momento en que pierden la confianza en sí mismos o se debilita su capacidad para gobernar, o ambas cosas a la vez. Entonces son derrotados por los Medianos, que llevan junto a ellos a los Bajos porque les han asegurado que ellos representan la libertad y la justicia. En cuanto logran sus objetivos, los Medianos abandonan a los Bajos y los relegan a su antigua posición de servidumbre, convirtiéndose ellos en los Altos. Entonces, un grupo de los Medianos se separa de los demás y empiezan a luchar entre ellos. De los tres grupos, solamente los Bajos no logran sus objetivos ni siquiera transitoriamente. Sería exagerado afirmar que en toda la Historia no ha habido progreso material. Aun hoy, en un período de decadencia, el ser humano se encuentra mejor que hace unos cuantos siglos. Pero ninguna reforma ni revolución alguna han conseguido acercarse ni un milímetro a la igualdad humana. Desde el punto de vista de los Bajos, ningún cambio histórico ha significado mucho más que un cambio en el nombre de sus amos.

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